Semana 45:
penúltima antes de las vacaciones que empezamos recordando a Jesús Gil, visitamos a Jordi Cuixart en la cárcel, hago mi primer entrevista a oscuras y recordamos al grupo infantil de más éxito de la historia
LUNES
Jesús Gil y Gil
Recordamos durante casi una hora la figura del excéntrico Jesús Gil ahora que HBO emite la serie El pionero, dedicada a uno de los populistas más grandes que ha dado España. Recuerdo el día que Santi Carreras, jefe de deportes de Catalunya Ràdio, en 1991, me envió a Marbella a seguir el inicio de campaña electoral de Jesús Gil. Mantenía buena relación con Gil. Cuando llegué al aeropuerto me esperaban unos empleados de prensa, me llevaron al hotel y me pidieron que fuera con ellos hasta la casa de Gil. Allí me subieron a un Rolls Royce descapotable. Gil me situó de copiloto mientras él y una chica de prensa iban detrás. Cruzamos Marbella en el Rolls mientras la gente lo vitoreaba por las calles. Gil se levantaba a saludar como si fuera el Papa. Yo me quería morir. Obtuvo mayoría absoluta.
MARTES
Jordi Cuixart
Cuixart está de buen humor. En el módulo 15, puerta 4, locutorio 4, conversamos con él a través del metacrilato. Siempre el metacrilato, el cristal que divide dos partes de una misma realidad. Nos regala, a Jofre Llombart y a mí, dos tazas de arcilla que ha trabajado en el taller de artesanía de la cárcel. Antes de la entrevista conversamos sobre su hijo Amat, que ya tiene dos años, y sobre el niño (será varón), que nacerá de aquí a unos meses. Ha hecho amigos en la cárcel y recuerda cuando estuvo con Jordi Sànchez en Soto del Real a finales del 2017. “Estaba en el módulo 4 y el primer día, estando solo en el patio, oí un grito que decía ‘metadona, metadona’. Me quedé solo con dos colombianos. El resto fueron a buscar la pastilla. Efectivamente tuve que aprender a vivir en medio de aquello”.
MIÉRCOLES
Enric Botí
Pocas semanas después de acceder al cargo de delegado territorial de la ONCE me encontré a Enric Botí en la gala de premios de Ràdio Associació de Catalunya. Botí me lanzó un reto: hacerle una mañana una entrevista en igualdad de condiciones, es decir, sin poder ver. Me pondría un antifaz y empezaría la conversación entre una persona ciega y una que hace de ciego. Y así ha pasado, y la primera sensación vivida es la de angustia. Supongo que debía de tener la misma percepción que Mia Farrow en la inquietante Terror ciego. Botí me auxilia con la multiplicación del sentido del olfato a través de unos rotuladores de colores y me da una lección sobre su compleja vida por culpa de los obstáculos que la sociedad les pone. Lección aprendida. Saber empatizar con todo el mundo.
JUEVES
Parchís
Sube Óscar Ferrer, compañero del Grupo Godó, de su planta en el edificio hasta la 15, donde está RAC1. Ahora es director general de La Vanguardia. A inicios de los ochenta era la ficha azul del grupo infantil Parchís. Netflix ha estrenado un documental sobre la vida de este grupo, y Óscar y su madre son clave para entender las sombras de Parchís. Óscar se queda estupefacto cuando le cuento que le entrevisté cuando éramos niños. Colaboraba yo en Ràdio Joventut en un programa infantil los sábados que se llamaba Peques. Lo presentaba Agustín Rodríguez y por allí pasaban todos los grupos infantiles, y Parchís venían regularmente. Un sábado la Urbana tuvo que cerrar la Via Augusta de Barcelona por la cantidad de fans que pretendían entrar en la radio ( el número 17). Una locura.
VIERNES
Josep Bou/Àlex Hinojo
Se sientan en el estudio de lado a pesar de ser un cara a cara que acaba no siéndolo. El líder del PP en Barcelona y el director de proyectos culturales y activista del conocimiento según la Wikipedia debaten sobre la famosa tostadora que un sector de la derecha ridiculizó. Tanto es así que los que no vieron el reportaje del 30 minuts de TV3 criticaron a Hinojo por querer hablar en catalán con una tostadora. Son los mismos que exigirán oír en castellano a Harrison Ford o a Nicole Kidman o que Alexa entienda el castellano, lo cual me parece justo y normal. Bou habla en clave política (a pesar de que no lo es), e Hinojo, en clave lingüística. Al final Bou le regala a Hinojo una tostadora y nos deja unas rebanadas de pan (buenísimas, por cierto), con lo que nos demuestra que es maestro panadero.