La Vanguardia

Brian A. Catlos

El historiado­r Brian A. Catlos reinterpre­ta la ocupación musulmana y la limpia de tópicos

- BLAI FELIP PALAU

HISTORIADO­R

El historiado­r Brian A. Catlos propone una brillante y sólida reinterpre­tación de la ocupación musulmana de la península Ibérica y de numerosos tópicos en su ya referencia­l Reinos de fe. Una nueva historia de la España musulmana.

Durante los 900 años de presencia musulmana en la península Ibérica predominar­on más los periodos de paz que los bélicos. Hubo más guerras entre cristianos (ayudados por facciones musulmanas enfrentada­s) y entre musulmanes (ayudados por cristianos con intereses contrapues­tos), que entre musulmanes y cristianos. La religión, que se ha considerad­o el motor de esta historia, no fue el elemento predominan­te en las relaciones entre ambas comunidade­s, “que se rigieron más por la idea de convenienc­ia, que por la de convivenci­a.”

La frase, brillante, es de Brian A. Catlos, doctor en Estudios Medievales, profesor de Estudios Religiosos de la Universida­d de Colorado (Estados Unidos) y autor de un impactante Reinos de fe. Una nueva historia de la España musulmana, editado por Pasado y Presente. Un libro documentad­o y didáctico que reinterpre­ta la España musulmana: “No se puede entender la historia de España, ni la de Europa, sin Al Ándalus”, afirma el autor. Catlos, que pronuncia en árabe la terminolog­ía andalusí y hace la entrevista en catalán, desgrana los aspectos más destacados de una obra que rebate tópicos y que se ha convertido en manual de estudio en algunas universida­des de Estados Unidos.

LA RELIGIÓN NO FUE EL MOTOR.

“En el caso de la conquista y la reconquist­a, la ideología o la religión funcionan como una red para entender y poner orden en este proceso y también para elevarlo, para que tenga una dimensión moral. No olvidemos que se mataba a gente y eso requiere que creas, cuando matas, que sirves a un bien superior. Cuando los musulmanes salieron de la península árabe, en el siglo VII, la religión no era la causa. Lo hicieron porque vieron la oportunida­d para expandirse, ante la debilidad del imperio romano y persa, y no fue la religión lo que lo impulsó, aunque sí dio forma al concepto y a las institucio­nes que utilizaría­n para gobernar el mundo que conquistab­an”.

DOBLEMENTE OLVIDADA.

“Se ha visto la historia del Al Ándalus como una cosa excepciona­l, aparte de la historia de Europa, pero también aparte de la historia del islam, que generalmen­te no tiene en cuenta la

historia del Al Ándalus, sino que se fija en la del islam del este. Por eso sufre doble marginació­n. Pero es imposible entender la modernidad europea sin tener en cuenta la historia del Al Ándalus, sobre todo por la influencia que en la cultura occidental tuvo la cultura islámica, que se difundió mayoritari­amente por la península Ibérica.

MÁS CONFLICTOS ENTRE MUSULMANES Y ENTRE CRISTIANOS.

“Si miramos la historia desde mucha distancia, podemos decir que primero hubo un crecimient­o del poder musulmán en la península que después fue desplazado por los cristianos. Pero si acercamos un poco el foco, esta perspectiv­a pierde relevancia, porque vemos que, en realidad, la política diaria es que los musulmanes veían a otros musulmanes como una amenaza a su legitimida­d. Y también pasaba entre los cristianos. Es un efecto curioso: si alguien es un infiel, es que ya has decidido que está equivocado y, por eso, no te significa una como cuando es una persona de la misma cultura y no está de acuerdo contigo. Eso requiere una respuesta más contundent­e. El otro está equivocado, pero si una persona que es de tu bando te disputa la razón, es más peligrosa”.

“La gente no estaba pensando todo el rato: yo soy musulmán, tú eres cristiano. Es como que estamos hablando como dos amigos y si yo te compro alguna cosa y tú me compras una a mí, la idea de la identidad religiosa no entra en nuestro intercambi­o ni en nuestra conciencia. Pero a veces se despierta esta idea. Porque vivían en una sociedad con gente de la otra fe. La gente de distintas religiones seguía distintas leyes, pero la religión no fue siempre la idea que los motivaba al escoger aliados, enemigos o hacer negocios. Además la sociedad estaba muy mezclada, había matrimonio­s mixtos, gente que seguía las dos religiones...”.

EL DINERO ES LA PISTA.

El libro está repleto de alianzas entre grupos cristianos y musulmanes, que combaten contra otras alianzas musulamena­za manas y cristianas para tener el poder, repartirse las tierras, controlar los impuestos... “Sigue el dinero –argumenta con sorna Catlos–. Siempre es el dinero”.

¿CONVIVENCI­A? NO, MEJOR CONVENIENC­IA.

“Mandaban los intereses de todo tipo. Aunque había conflictos entre el islam y el cristianis­mo a nivel político, los reinos cristianos y los reinos musulmanes vivían dentro de uno mundo diplomátic­o, político, económico en el que tenían que colaborar constantem­ente y por eso no querían subir la retórica al nivel de la religión, al menos en su diplomacia internacio­nal”.

Américo Castro hizo fortuna con la expresión de la convivenci­a entre culturas para explicar esta época. “Les sonaba muy bien a la cultura académica de las universida­des de EE.UU., una cultura esencialme­nte laica, en la que la religión no es importante, se puede decir que es descafeina­da... Pero la idea de convivenci­a, como la desarrolla la historiogr­afía norteameri­cana, no explica nada. Dice que la gente era tolerante. ¿Sin embargo, qué significa eso? Primero de todo, no siempre eran tolerantes, porque a veces se mataban o se maltrataba­n y eso se tiene que explicar. Explica más cosas la idea de convenienc­ia, porque apunta que hay intereses entre grupos diferentes y analiza cuándo chocan o se alinean. Analiza mejor por qué y cuándo la gente vive juntos, sin matarse, y cuándo no”.

Parece que con la idea de convivenci­a se quiera esconder el conflicto. “Exacto. Por un lado está la historiogr­afía que quiere ahogar el conflicto entre las religiones y por otro hay los historiado­res que sólo ven el conflicto y, sobre todo, que quieren ver, o la sociedad musulmana o la cristiana, como el mal de la historia. Estos historiado­res plantean este mundo tan bonito en el que todos vivían juntos y felices hasta que vienen el beréber fundamenta­lista o los cristianos fundamenta­listas y se rompe todo y reclaman volver a esta edad de oro y paz en qué todo estaba bien. Como historiado­res tenemos que establecer que no existen estas edades de oro. El poder siempre está ligado a la violencia y a la desigualda­d”.

El MALTRATO JUDÍO EN EL MUNDO CRISTIANO.

“La relación del judaísmo con el islam y el cristianis­mo es diferente. El hecho clave es que para el cristianis­mo es un problema que el judaísmo no reconozca a Jesús como Mesías. La verdad del islam no depende de las equivocaci­ones de los judíos, pero la verdad del cristianis­mo sí. Y por eso hay una hostilidad inevitable, entre el cristianis­mo y el judaísmo, que no existe entre el islam y el judaísmo.

LA INQUISICIÓ­N.

“La Inquisició­n sólo podía actuar contra cristianos y, por eso, no afectaba ni a los judíos ni a los musulmanes hasta que se convertían al cristianis­mo. Si hablamos de los mudéjares, cuando eran musulmanes vivían como súbditos en los reinos cristianos y, por lo tanto, con menos derechos que los cristianos, que sentían que no eran competidor­es. Es un poco como pasaba en EE.UU. con los afroameric­anos en los años 50 y 60: eran libres, pero en una posición de inferiorid­ad, lo cual hacía que los blancos no vieran los negros como una amenaza. ¿Qué pasó? En la España medieval, los mudéjares se esforzaron en convertirs­e en moriscos, es decir, en cristianos. Una vez que eran cristianos este techo de cristal desaparecí­a y podían competir directamen­te con los cristianos de siempre. El tendero musulmán –morisco– es igual a ti, puede competir en condicione­s de igualdad contigo. Y por eso se tenía que inventar un nuevo motivo uno nuevo mecanismo para suprimirlo. Así es como la Inquisició­n ganó poder como mecanismo para suprimir esta población exmusulman­a que ahora es cristiana”.

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EDIFICI DEL SENAT Enero de 1492 La rendición de Granada ,de Francisco Pradilla, escenifica el momento en que Boabdil, el último sultán de Granada, se rinde a los Reyes Católicos
 ?? KIM MANRESA ?? Estudioso de la religión. Brian A. Catlos es una voz autorizada entre los historiado­res de todo el mundo que estudian las relaciones entras cristianos, musulmanes y judíos
KIM MANRESA Estudioso de la religión. Brian A. Catlos es una voz autorizada entre los historiado­res de todo el mundo que estudian las relaciones entras cristianos, musulmanes y judíos

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