Jorge Rodríguez-Norton
El festival wagneriano abre con una controvertida ‘Tannhäuser’ firmada por Tobias Kratzer
TENOR
A la reducida lista de cantantes españoles en la historia de Bayreuth hay que añadir a partir de ahora al tenor Jorge RodríguezNorton, que ha dado vida a Einrich Der Schreiber en el controvertido Tannhäuser que ha abierto el festival.
Golpe de efecto en la inauguración de la 108.ª edición del Festival de Bayreuth con una nueva y polémica producción de Tannhäuser firmada por el alemán Tobias Kratzer. Aplausos y abucheos durante quince largos minutos, sobretodo a la escena y a un errático, y debutante aquí, Valery Gergiev, cruz de la moneda del estreno. La cara ha sido el triunfo inapelable de la soprano noruega, de treinta y dos años, Lise Davidsen, quien se llevó una ovación como aquí sólo han tenido las grandes.
Desde Nina Stemme y su Isolda en el 2006 no se recuerda una expectación tan enorme por una verdadera voz wagneriana que además representa por su juventud el futuro del festival: el año que viene será Sieglinde en Die Walküre del nuevo Ring. Descubierta en España en la pasada edición de la Schubertiada de Vilabertrán, Davidsen es un portento vocal, con un instrumento generoso en todo el registro de una solidez impactante y con una tesitura que aúna facilidad y potencia boreal en los agudos.
La cruz fue la dirección sombría, sin carácter e irregular de un Valery Gergiev que no tuvo su noche. Puede sorprender ver un abucheo tan inapelable a un director de su nivel, pero en Bayreuth Wagner es ley y si bien el maestro ruso ha dirigido interesantes versiones de óperas suyas, aquí el patinazo ha sido grande. ¿Falta de ensayos? Se ha tenido manga ancha en el riguroso planning de Bayreuth con Gergiev, quien va y viene debido a su conocida y apretada agenda. El precio a pagar ha sido una implicación musical superficial y desnortada, que se espera, sic, mejore en las siguientes funciones.
La presencia de cantantes españoles en la historia de Bayreuth la firmaron únicamente en su día leyendas como Victoria de los Ángeles y Plácido Domingo. A esta lista pequeña pero granada, se ha sumado como gato sigiloso este año el tenor español Jorge RodríguezNorton como Heinrich Der Schreiber en este Tannhäuser inaugural. Descubierto por Katharina Wagner en Barcelona durante las funciones de Tristan und Isolde en el Liceu en el 2017, donde cantó como joven marinero, a Jorge le llegó la invitación a participar en el festival de manos de la propia biznieta de Wagner ¡vía Facebook!. Su estupefacción se vio confirmada cuando en breve dispuso del contrato para firmarlo y debutar este año. Si bien es un papel secundario, sin prácticamente intervenciones solistas, su éxito ha sido el de una profesionalidad a prueba de bombas, para este cantante asturiano quien ya ha firmado repetir en el mismo papel el año que viene y que ha conseguido construirse una digna carrera sin agente de canto.
Del resto del reparto, mención al sólido pero poco expresivo Tannhäuser del tenor Stephen Gould, a la empática Venus de la mezzo Elena Zhidkova y a la cristalina voz de Katharina Konradi como pastor, otro destacado debut. La producción de Kratzer es una vuelta de tuerca a la figura de Wagner como mito al que el público sigue como verdaderos peregrinos en Bayreuth.
Con el Festspielhaus como lugar sacro, Kratzer ironiza sobre la libertad vital encarnada por Venus y sus secuaces: un draga negra encarnada por el artista Le Gateau Chocolat y un enano, el actor Manni Laudenbach. Una pareja entre cómica y surrealista que además protagonizó una actuación de media hora en los jardines donde se desarrolla el festival, durante el descanso después del primer acto. La producción dejó un refrescante sabor de boca pues ironizar sobre el amor desmedido a Wagner no deja de ser una de las esencias de un festival que se repite anualmente al son de: “Larga vida a la música de Wagner”.
Jorge RodríguezNorton , descubierto por Katharina Wagner en el Liceu, debuta este año en el certamen