Empleos regularizados
La Inspección de Trabajo centró la actuación en el control de esas empresas
Dos tercios de los cooperativistas del sector cárnico han pasado en un año a trabajar con contrato por la presión de la inspección de Trabajo.
La labor de la Inspección de Trabajo de perseguir el uso fraudulento de las cooperativas de trabajo asociadas en el sector cárnico en Catalunya ha permitido que en un año dos tercios de los empleados autónomos pasen a ser trabajadores por cuenta ajena y, por lo tanto, afiliados a la Seguridad Social. Una parte de las inspecciones de Trabajo han sido de oficio y otras después de una denuncia de un sindicato o un particular.
Mientras en marzo del 2018, la afiliación al régimen de trabajadores autónomos en el sector del sacrificio de animales en Catalunya era de 9.548 personas, en junio pasado la cifra había bajado a 3.342, un 65% menos. Son 6.206 menos. En paralelo, el número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social que trabajan en ese mismo sector ha crecido en el mismo periodo en 6.412, hasta los 29.108.
El secretario general de Treball, Josep Ginesta, señala que en todo este proceso “no se ha perdido ocupación”. Ginesta añade que la Inspección no pone sanciones si la empresa acepta llevar a cabo las modificaciones necesarias para adecuarse a la nueva legalidad. Algunos de los casos en los que se ha conseguido la transformación son la firma aragonesa Grupo Jorge, la catalana Vall Companys o la que deba servicio a Mercabarna como se detalla en la información adjunta.
La secretaria del área de alimentación de UGT, Alicia Buil, sostiene que “en algunas de las empresas que han pasado de ser cooperativas de trabajadores a sociedades mercantiles creemos que aún se da una cesión ilegal de trabajadores”. Esa situación se produce cuando una empresa contrata a otra para hacer el trabajo básico de su actividad. En ese caso no se usan trabajadores propios sino de una empresa tercera y por eso se considera que hay cesión ilegal.
El caso más evidente es el del Grupo Jorge. En una primera fase la empresa aceptó transformar las cooperativas de trabajo asociado donde los empleados eran autónomos a una sociedad en la que eran asalariados. En una segunda fase y tras una denuncia de UGT esos trabajadores pasaron a ser contratados directamente por Grupo Jorge y no por terceras empresas.
El modelo de cooperativas estaba muy extendido en el negocio de los mataderos en Catalunya desde hace años. En algunos casos se ha utilizaba para abonar a los trabajadores un salario inferior al que marca
El Departament de Treball defiende que no se han perdido empleos con el cambio de régimen laboral
el convenio colectivo. O el mismo pero ahorrándose los costes de la Seguridad Social. La campaña de la Inspección de Trabajo arrancó después de que el Parlament aprobara una ley que obligaba a que los empleados de esas cooperativas disfrutaran de unas condiciones laborales asimilables a las de los asalariados directos de la empresa.