DON PELAYO
La victoria de don Pelayo en Covadonga el 722, reescrita siglos después por unos monjes, forma parte de la mitología del nacionalismo español. Según esta crónica, la victoria sobre “un ejército de casi ciento ochenta y siete mil” infieles fue posible gracias a la intercesión de la virgen Maria: “¿Qué sabemos de don Pelayo? “Muy poco. Casi seguro que no se le apareció la Virgen –ironiza Catlos–, ni mató a tantos musulmanes. Vivía en el margen del emirato del Al Ándalus, en una zona muy difícil de controlar, con una economía de subsistencia y lejos de las rutas comerciales. También era difícil de controlar Pamplona, o Zaragoza, dominada por musulmanes que resistían el dominio musulmán de Córdoba... En este sentido, don Pelayo no era especial. Sólo la casualidad hizo que su semilla creciera para ser el reino de Asturias, después el de León... Pero esta historia se construyó siglos después, con el objetivo de reforzar la idea de que León y su rey tenían derecho sobre toda la Península, tanto la zona islámica como la cristiana”.