“Hago rock pero sin mirar atrás”
Xarim Aresté, músico, actúa en el Festival de Porta Ferrada
El guitarrista y músico Xarim Aresté actúa esta noche en el Festival de Portada Ferrada, presentando su nuevo álbum Els nus i altres mons (U98 records) en el Teatre Auditori Municipal de Sant Feliu de Guíxols (20 h), acompañado de su trío habitual. Una obra con el amor como nudo central y que refleja a un artista en constante evolución, como se podrá comprobar esta noche.
Hacer un disco, y su correspondiente gira, sobre el amor no parece muy original a estas alturas de la historia del arte.
Pues es el motor de muchas cosas. Aquí hablo sobre todo de la relación con uno mismo.
Entonces, ¿cuál fue su objetivo o intención de hacer unas canciones de ese talante?
Si tienes un actitud poética ante la vida, cualquier acto creativo implica una transformación. Diría que cualquier acto humano es creación y transformación. Y el arte y el sexo son seguramente los actos más transformadores. El arte engendra cultura y el sexo engendra humanos. Y la conclusión es que uno no crea desde la mente, porque la mente imagina.
En su caso, la transformación tiene dos caras: letras y música.
La primera piedra del disco fue darme cuenta de que la poesía, es una tecnología de transformación como el lenguaje. Pero la poesía va mucho más allá porque hay una consciencia de tranformación y expresión. Me di cuenta de que la tecnología que está en el poema también está en la música. Y en cuanto a las letras, no quise que fuese un disco científico pero sí que reflejase que la música y el amor van muy relacionados a nivel material. Las letras de este disco hablan del movimiento que es el amor, el universo y la vida. Y por eso las letras intentan ser fieles a la leyes de la música.
Escuchando sus nuevas canciones, tampoco se ha podido reprimir y ha introducido electrónica, ¿no?
Fue una idea nuestra. A mí siempre me ha
interesado tener cada vez más colores en lo que hago. Queríamos hacer un disco de rock porque soy, somos una banda de rock pero sin mirar hacia atrás. Hago rock pero sin mirar atrás. Pero tampoco queríamos que fuese un disco retro porque nos interesa la música que se hace ahora.
Sonando como suena su nuevo material, ¿el protagonismo de la guitarra se diluye?
No estoy de acuerdo, es el primer disco en el que he podido tocar la guitarra como con la acústica, a decibelio tirado.
¿Es un disco rock hecho por un rockero?
Pues en cierta manera sí, porque una vez superado el cliché, la imagen del rock’n’roll que siempre me ha acompañado... ahora resulta que sí, que es mi obra más rockera porque el vehículo que he empleado ha sido la guitarra eléctrica.
¿Cuáles fueron las prioridades?
Quería sorprenderme a la vez que divertirme. Somos la banda sonando en directo. Dejé un gran porcentaje a la providencia, en blanco, para que saliese lo espontáneo. Yo quería hacer algo que no sabía hacer: este punto de partida es fundamental porque si no, no hay arte.
¿Es con el que más ha disfrutado?
Y con el que más he sufrido también. Es lo mismo. He sufrido porque es mi manera de gozarlo.
¿Eso lo aplica a todos aspectos de su vida?
Quizás, y quizás ese sea mi gran problema. El título del disco, El nus i altres mons,
dice que si no deshaces el nudo, no gozas. Y el nudo para mí siempre es el amor.
¿Cuál es el último disco que se ha comprado?
Hara años que no lo hago.
¿Qué es lo que escucha últimamente?
Bandas sonoras de películas, como las de Disney. Lo que más me emociona de la música es cuando escucho algo que está por encima de géneros y novedades, cuando me conecta con mi emoción. Me pongo Indiana Jones y Miles Davis no tiene nada que hacer.