El potencial negocio del reparto de comida anima las fusiones
La avalancha de ciclistas y motoristas que desde hace poco más de dos años han colonizado las ciudades de medio mundo repartiendo comida y otros productos es la muestra más visible de un negocio que si bien aún es deficitario en muchos países tiene un potencial enorme. Por eso, las grandes empresas tecnológicas han comenzado a tomar posiciones en las empresas de reparto (Amazon invirtió 516 millones en Deliveroo) mientras otras se fusionan para ganar escala.
La última de estas operaciones es la que pueden protagonizar la holandesa Takeaway.com y la británica Just Eat. Takeaway.com reveló ayer que mantiene conversaciones con Just Eat, después de que trascendiera en algunos medios un plan de fusión valorada 9.880 millones de euros.
Ambas compañías precisaron que en el momento actual de las conversaciones el éxito de la operación no estaba asegurado. Takeaway.com tiene hasta las cinco de la tarde del 24 de agosto para anunciar su intención en firme de conseguir un acuerdo. Takeaway tiene una capitalización bursátil de 5.100 millones de euros, mientras que la de Just Eat es de 4.750 millones. Algunos medios especulan que el gigante sudafricano de internet Naspers, que posee Delivery Hero, así como Uber, podrían estar interesadas en hacerse con Just Eat, cuyas acciones han caído un 15% en los últimos tres meses.
Takeaway.com este año ya completó una adquisición de 930 millones de euros de las actividades alemanas de Delivery Hero, resolviendo así a su favor la batalla por la supremacía en el mercado de entrega de comida en Alemania. De hecho, ahora la compañía asegura ser el principal proveedor de alimentos en Europa continental, Israel y Vietnam.
Sky News dijo que es probable que Mike Evans, presidente de Just Eat, continúe en el cargo, mientras que el principal candidato a la presidencia ejecutiva de la firma fusionada sería Jitse Groen, quien fundó Takeaway.com en el 2000.
Ante la proliferación de plataformas, varios analistas ha argumentado que el negocio de pedidos de alimentos en línea será altamente rentable para un solo jugador en cada país porque la actividad requiere grandes inversiones en servicios de entrega, mientras que los beneficios proceden de acuerdos con restaurantes que buscan utilizar sus plataformas para llegar a los clientes.
Otras analistas apuestan por un modelo en el que una plataforma común ofrezca en cada país a los clientes la posibilidad de solicitar un pedido con alguna de las empresas de reparto. Sería el cliente el que en función del precio, el tiempo de espera o la reputación de cada empresa para cada reparto eligiera una u otra compañía.