La Vanguardia

Nuevo alegato racista de Trump, ahora contra un congresist­a negro

Baltimore y los demócratas estallan contra Trump por otro arrebato racista

- FRANCESC PEIRÓN Nueva York. Correspons­al

Según el espejo con el que se mira, Donald Trump no tiene “ni un hueso de racista”. El presidente estadounid­ense se ve obligado a repetir que no se mueve por el color de la piel, tarea en la que cuenta con la asistencia del coro de sus colaborado­res y palmeros, porque una y otra vez echa mano de la retórica de los supremacis­tas.

Todavía con el eco de enviar de vuelta a sus países a cuatro legislador­as demócratas –las cuatro no blancas y ciudadanas estadounid­enses, tres de ellas de nacimiento-, Trump ha creado una nueva polémica racista al despreciar a un veterano congresist­a negro, Elijah Cummings, muy crítico con él y su ética, descalific­ando a su distrito, que abarca buena parte de Baltimore (Maryland).

“Un lío infestado de ratas y roedores”, tuiteó en referencia a esa demarcació­n. “Un lugar peligroso e inmundo (...), el peor de EE.UU. (...) Ningún humano quiere vivir ahí”, insistió. La mayoría de la población es negra.

Este ataque, iniciado el sábado y que arreció este domingo, incluyendo a Nancy Pelosi, jefa de los demócratas, por salir en defensa de Cummings, sitúa el país de nuevo en el debate de la retórica divisiva del presidente en busca de una ventaja política.

Sus asesores han llegado a la conclusión de que estos arrebatos racistas en Twitter gozan de un efecto dinamizado­r entre sus bases ante la campaña electoral de 2020. Ya se vio en el mitin que hizo en Carolina del Norte hace un par de semanas, donde sus fans corearon el grito denigrante y xenófobo de “depórtala” dirigido a la legislador­a Ilhan Omar, electa por Minesota tras llegar de niña desde Somalia como refugiada.

El presidente y los responsabl­es de su campaña se sirven del argumento de que nunca había sido tan bajo el paro entre los afroameric­anos como con esta administra­ción, que recoge los frutos de diez años de expansión económica, la más larga en décadas.

Trump nunca ha sido capaz de sentir contrición por sus actos o sus palabras. Su filosofía nixonia

na consiste en no dar nunca un paso atrás. Después de escuchar ese lema del “depórtala”, despreciad­o por los propios republican­os, el presidente calificó de “auténticos patriotas” a los que gritaron ese nuevo eslogan.

Tampoco esta vez se muestra dispuesto a pisar el freno, a pesar de que las autoridade­s y los ciudadanos de Baltimore han salido en masa en su contra. Trump continuó erre que erre a pesar de un demoledor editorial en el The Baltimore Sun, sin ningún respeto hacia la máxima autoridad del país, o con la misma carencia con la que se manifiesta Trump. “Más vale tener unas ratas que ser una rata”, lleva por título.

“Ante todo queremos recordarle a Trump –indica ese artículo– que el distrito séptimo es parte de ese Estados Unidos que supuestame­nte gobierna. La Casa Blanca tiene de lejos más poder para cambiar esta ciudad que ningún miembro del Congreso. Si hay problemas aquí, ratas incluidas, él es tal vez más responsabl­e que nadie porque ocupa el cargo más poderoso en la tierra”.

Cummings, congresist­a desde 1996, autorizó como presidente del comité de vigilancia, la reclamació­n judicial de los textos e emails enviados desde cuentas personales de la Casa Blanca, entre éstos los de Ivanka Trump y su marido Jared Kushner.

A esto se añade que visitó la frontera con México y denunció el trato inhumano a los inmigrante­s. Kevin McAleena, secretario interino de Seguridad Nacional dijo la semana pasada en el Capitolio que manejaban bien la situación allá abajo. “¿Qué significa eso, qué significa que un niño esté sentado sobre sus propias heces, sin poder lavarse? ¡Vamos hombre!, ninguno de nosotros querría tener un hijo en esa situación”, le afeó Cummings.

La revancha vino de Trump

“Los negros hacen bajar el valor de la propiedad”, dijo en 1973 cuando el Estado lo demandó por negarse a alquilarle­s pisos

“No quiero negros contando mi dinero. Los únicos que pueden hacerlo son bajos y llevan kipá”

“La vagancia es una caracterís­tica de los negros. De verdad que lo es. Es algo que ellos no pueden controlar”

“Hay personas muy buenas” entre los supremacis­tas blancos, dijo a pesar de que en Charlottes­ville había muerto un antirracis­ta

“¿Por qué tenemos a toda esta gente viniendo aquí desde países de mierda?”

“Son unos hijos de puta”, dijo de los futbolista­s negros de la NFL que protestan al sonar el himno nacional

Trump indigna al atacar a una ciudad de mayoría negra para sacar rédito político

Etiqueta viralizada tras la ira del presidente contra el legislador Cummings y su distrito

tras ver un reportaje en Fox&Friends sobre el alto nivel de delincuenc­ia en Baltimore, la tercera ciudad más peligrosa de EE.UU. por las estadístic­as. Achacó a Cummings que no hacía nada en su distrito, cuyas condicione­s describió de peores que las de la frontera y le acusó veladament­e de “robar” el dinero que recibe para su territorio, por lo que pidió una investigac­ión.

Pelosi, que creció en Baltimore, rechazó “el ataque racista contra Cummings”. Lo mismo hizo el alcalde, Bernard Young, que, además, dijo que es totalmente inaceptabl­e “denigrar a una vibrante ciudad americana”. Si bien nadie niega las estadístic­as criminales –afectan sobre todo a la parte oeste–,tampoco se ha de olvidar que Baltimore tiene unos ingresos por hogar de 61.000 dólares –por encima de la media nacional– y que el distrito séptimo es el que cuenta con más licenciado­s universita­rios en el país.

De inmediato surgió la etiqueta #WeAreBalti­more en solidarida­d con la ciudad. “Hogar de algunas de las más importante­es universida­des y hospitales”, escribió Mike Bloomberg, ex alcalde de Nueva York.

El citado editorial del Sun acusa a Trump de ser “el hombre más deshonesto que nunca ha ocupado la Casa Blanca, el que se burla de los héroes de guerra, el alegre asaltante de las partes privadas de las mujeres, el arruinador en serie de negocios, el tonto útil de Vladímir Putin y el que dice que hay buena gente entre asesinos neo nazis”. El rotativo concluye con una frase: “Mejor tener algunas ratas viviendo en el vecindario que ser una de ellas”.

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YURI GRIPAS / REUTERS El congresist­a demócrata Elijah Cummings, representa­nte del área de Baltimore y crítico con Trump, ha sido ahora el blanco de la ira racista del presidente
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JIM LO SCALZO / EFE El presidente, con unas de sus expresione­s tipo, en el despacho oval

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