El ‘impeachment’ a Trump divide a los congresistas demócratas
Los demócratas vivieron hasta el pasado miércoles en un espejismo. El ex fiscal especial Robert Mueller era la palmera que les daba sombra en ese recorrido por el desierto en busca de la tabla del impeachment o procesamiento político del presidente Trump.
De pronto, la palmera se ha esfumado. Mueller se limitó a corroborar lo que incluye su informe sobre el Rusiagate. Los rusos interfirieron a favor de Trump, pero no halló caso criminal contra gente de la campaña. La otra conclusión es que él no exoneró al presidente de un delito de obstrucción a la justicia. Pero nada nuevo que dejara las cosas claras.
Si ya existía debate entre fracciones de progresistas, unos a favor de iniciar los trámite del procesamiento de inmediato y otros más cautos, entre estos la jefa del grupo políticos, Nancy Pelosi, quien quiere asegurarse ante de tomar un paso tan decisivo que cuenta con cartas ganadoras.
Sabe que es terreno más que resbaladizo, en el que un exceso de ímpetu puede llevar a un tremendo golpe que sólo sirva para dar impulso a Trump y a sus bases enfervorizadas.
Por mucho que la House o Cámara Baja saque adelante el proceso –hoy son un centenar los demócratas que quieren acción ya– porque está bajo control liberal, la apuesta moriría en un Senado controlado por los republicanos y cuyo líder, Mitch McConnell, se ha erigido como el máximo guardián de las esencias trumpistas.
Adam Schiff, electo por California y presidente del comité de Inteligencia de la Cámara Baja, defendió este domingo que el grupo demócrata se muestre cauteloso en su aproximación a la apuesta del impeachment. Según su visión, sería “un precedente muy malo” que este esfuerzo quedara anulado por los conservadores en el Senado. “Hay mucho peso respecto al argumento de que imputar a Trump es un imperativo en orden a tomar una posición respecto a que las acusaciones que se le imputan, sobre todo en cuanto a la obstrucción a la justicia, no pueden ser toleradas por el Congreso”, señaló.
Matizó, sin embargo, que una lucha fallida por el impeachment podría concluir enviado un mensaje erróneo. “Estoy igualmente preocupado por el mensaje de llevar un caso político a juicio, perderlo, que el presidente sea absuelto, y entonces tener una adjudicación de que esa conducta no es perseguible”, recalcó.
Aunque Schiff considera que el testimonio de Mueller fue “escalofriante”, porque puso en evidencia “una campaña y un candidato presidencial caracterizado por la deslealtad al país, por la codicia y las mentiras”, esa comparecencia no provocó un movimiento tectónico entre los demócratas. El número de los partidarios del procesamiento se mantuvo más o menos igual.
Pelosi, la speaker de la House, reiteró el viernes que no corre contra el reloj y que “la decisión se ha de tomar en el momento apropiado”. Pelosi mantiene la teoría de que antes se ha de lograr el máximo de pruebas. Esa jornada, el presidente de la comisión judicial, Jerrold Nadler, anunció que su comité había iniciado “en efecto” los trámites de una investigación para el procesamiento del presidente. El primer paso consistió en requerir al gran jurado documentación sobre pruebas halladas por Mueller.
La jefa Pelosi pide calma y no abrir fuego antes de hora, mientras otros inician trámites de investigación