Jóvenes entre maestros
El Encuentro de Música y Academia de Santander aúna labor pedagógica y artística
Como cada año desde el 2001, tiene lugar en Santander esta importante iniciativa pedagógica y cultural que, apoyada por el Gobierno de Cantabria y el Banco de Santander, desarrolla la Fundación Albéniz. Es un desembarco en toda regla de músicos jóvenes, que continúan aún su formación en las más importantes escuelas de Europa, seleccionados por el director del Encuentro de Música y Academia de Santander, el violinista Péter Csaba. Durante casi un mes reciben clases de su especialidad con un grupo de 14 profesores muy reconocidos y realizan además unos 25 conciertos en la hermosa ciudad y en pueblos de Cantabria.
Notorio es el apoyo del público, que suele llenar salas y recintos históricos, con programas de cámara y hasta sinfónicos. En este año el invitado de honor fue el compositor húngaro Peter Eötvös, que además dirigió el concierto inaugural, el 7 de julio, con la Orquesta Freixenet e impartió clases. Sin duda que el contacto de músicos tan jóvenes con reconocidos maestros de la talla de Iris Vermillion, o del oboísta Schellenberger, entre otros, con notoria presencia de instrumentistas de países del Este, y haciendo música juntos en diversos programas, resulta una gran aportación pedagógica y artística.
El panorama del Encuentro es netamente internacional, con contenidos marcados sin duda por el director Csaba, y da la sensación de que de lo que se trata es de avanzar en técnicas de interpretación y en definitiva construir programas. Algunos muy interesantes ya que
es tal la presencia de grupos de cámara, que abordan repertorios inusuales para nosotros. Aunque por otro lado con poca presencia española en los mismos. En este Encuentro, un Amor brujo para sexteto –versión del propio Falla–, algún Turina de juventud, los consabidos Cassadó para chelo, y pequeñas canciones, o adaptaciones, entre unos 200 compositores atendidos.
Pero, fuera de la proporcionalidad, que en estos días cada uno entiende a su manera, lo cierto es que ante los resultados del concierto de clausura en el Palacio de Festivales de Cantabria, el pasado día 24, el nivel es muy alto y anima la calidad del trabajo realizado. En este concierto, además de un sexteto que interpretó música del checo Bohuslav Martinû, gran compositor, contemporáneo del francés Groupe des Six o de nuestros compositores del 27, escuchamos por la Camerata del Encuentro dirigida por Csaba (orquesta de cuerdas) un arreglo –no muy felizde F. Hermann de Liebeslieder op. 52 de Brahms, buen ejercicio aunque poco brahmsiano en realidad, y dos Valses para cuerdas op. 54 de Dvorak, en los que el director hizo lucir su buen manejo en este tipo de música de divertimento.
Pero el programa dejó ver una joya, ya que contaba nada menos que con la mezzo Iris Vermillion en la interpretación de Lieder eines Fahrenden Gesellen de Mahler (arreglo de Schönberg), para un grupo instrumental que lució su calidad. En este caso, Vermillion supo dar carácter e intensidad dramática y profundidad al discurso, mientras que en la orquesta el fraseo no alcanzó este nivel, salvo en la buena tensión obtenida en el número 3.
Los estudiantes han compartido aulas y escenario con músicos como Iris Vermillion o Peter Eötvös