Nanogrados para la nueva economía
Sebastian Thrun, uno de los padres de las Google Glass, el StreetView o los primeros coches autónomos, era profesor de inteligencia artificial (IA) en la Universidad de Stanford. En el 2011 participó en un pionero curso online sobre IA. Se apuntaron 120.000 personas y Thrun decidió fundar su propia universidad: online, económica y con cursos especializados de sólo seis meses, que permiten llegar a empresas como Google.
Los nanogrados de Thrun, paquetes de enseñanza en línea específicamente adaptados a las necesidades reales de las empresas, son sólo un ejemplo. Pero deberían provocar una reflexión ante los desafíos de la cuarta revolución y la nueva economía, entre ellos la preocupante falta de talento digital. No podemos seguir educando a nuestros hijos como en el siglo XIX y no podemos formarnos como profesionales sin una relación directa con el mercado.
Debemos escuchar qué nos dice y qué habilidades y conocimientos requiere esta nueva economía cambiante si, de verdad, queremos ser líderes en 5G, inteligencia artificial, la internet de la cosas, etcétera. Es la hora de tomar decisiones sobre nuestro modelo de aprendizaje.
El entorno evoluciona rápido y se transforma constantemente, cosa que implica que también se exija una capacidad de aprendizaje constante de los profesionales. Sólo los podremos acompañar si conseguimos crear nuevas formas y formatos para aprender. Porque si queremos resultados diferentes, debemos hacer cosas diferentes.