La Vanguardia

“VAMOS A LUCHAR POR TODO”

El Barça de Messi y Griezmann se conjura para la nueva temporada

- CARLES RUIPÉREZ Barcelona

Messi se confesó ante la afición: “No me arrepiento de nada y repito lo del año pasado”. El Barça, sin el argentino, se impuso al Arsenal (2-1).

El Gamper, como no podía ser de otra forma, tuvo una asistencia de récord en el fin de semana con más pernoctaci­ones de turistas en Barcelona. Entre tantos viajeros de paso, el Arsenal no desentonó. El público se cansó de pedir la entrada de Leo Messi, que aún no se ha ejercitado con sus compañeros y no salió. Pero quien reinó fue Luis Suárez, que casi en chancletas decidió el partido con un remate acrobático de volea. Lo de hacer turismo no va con el carácter del uruguayo, y menos desde que sabe que le ha llegado competenci­a con Griezmann.

Antes Aubameyang adelantó a los gunners con una maniobra excelsa ante Alba y un derechazo inapelable. Pero el Barça pudo igualar con una jugada ridícula de los londinense­s que se marcaron un autogol a puerta vacía.

Tanto Valverde como Messi se acordaron de Anfield, recuerdo que no deja de aparecerse a los barcelonis­tas y que sin duda está detrás de los grandes fichajes que ha realizado Bartomeu este verano. De Jong y Griezmann fueron titulares en el único partido de los blaugrana en Europa, que ahora parten hacia Miami. El holandés va un paso por delante, con un fútbol ultramoder­no, hipster. Pero si se recordará el ensayo es porque por primera vez el francés probó la banda izquierda. Durante un cuarto de hora, Griezmann jugó al lado de Luis Suárez, que reaparecía ya que no jugaba con el Barça desde Anfield, y el exatlético se tuvo que desplazar al flanco que en su día ocuparon Neymar y Coutinho. Un indicio de que para Valverde es el único lugar libre de la delantero, con Messi en la derecha.

Los dos equipos jugaron cojos en ataque. Ambos poseen tridentes de escándalo pero ninguno lo alineó. Al Arsenal le faltaba su última adquisició­n, Pepé, el fichaje más caro de su historia (79 millones), que se quedó en Londres. Pero es que el Barcelona no tenía a Messi, el máximo goleador de sus 120 años, y se guardó a Suárez para el final.

Así que por tercer partido consecutiv­o, Antoine Griezmann jugó de nueve. El francés se esfuerza mucho en la presión (un mecanismo interioriz­ado de su etapa con Simeone), se ofrece por dentro y se desmarca al espacio pero sigue reñido con el gol. No ha visto puerta aún con su nueva camiseta y ayer sumó 77 minutos a su gafe con las porterías del Camp Nou.

Su primer disparo fue tan defectuoso que acabó saliendo a saque de banda. El segundo, tras una buena jugada de Dembélé por la derecha, más bien le rebotó en la rodilla. Le sorprendió el centro y no pudo girar el cuerpo. A la tercera sí marcó, pero fue aprovechán­dose de una posición de fuera de juego. Rakitic esperó demasiado para filtrar el pase o Griezmann se adelantó en su ruptura. Movimiento­s aún por engrasar, como es normal el 4 de agosto.

Sin embargo, pese al dominio local, el Arsenal se fue con ventaja al descanso gracias a la conexión entre Özil y Aubameyang. El gabonés no perdonó a Neto.

Pero si hay un vector conductor en la pretempora­da que define los nuevos tiempos del Barça es la capacidad de influencia de Frenkie de Jong. La elección de De Jong como mediocentr­o y de Rakitic como interior ya es una novedad. En los últimos años, cuando Busquets no estaba en el once siempre era el croata quien ocupaba la posición de organizado­r. Valverde dio la batuta al holandés, futbolista que siempre juega al primer toque, a otra velocidad. Con 45 minutos le bastó

NOVEDADES

El Barcelona se presenta con De Jong y Griezmann como titulares y el francés acaba en la banda izquierda

EL GOL DEL TRIUNFO

Luis Suárez, que no jugaba con el Barça desde Anfield, remató de tijera un gran pase de Sergi Roberto

para ser elegido el MVP del partido.

En la segunda mitad, siguió la lucha contra los molinos de Griezmann, que recupera, lucha y lo intenta, pero los tantos no llegan. Los que más cerca del empate estuvieron fueron Alba y Lenglet. Sergi Roberto vio el desmarque del lateral, que ahora competirá con Junior, y Alba pese a tener buena posición prefirió asistir a Lenglet. Willock llegó al corte y casi bate a su portero.

Así las cosas, el empate llegó con una carambola en propia puerta. Suárez presionó un balón y Maitland-Niles no se entendió con su portero Leno. El defensa retrasó el balón sin mirar, y el guardameta ya había salido. Una pifia garrafal.

Y es que el uruguayo en poco más de 25 minutos creó peligro en casi cada uno de sus movimiento­s, como un intento de vaselina, tras una carrera con dos regates, que acabó en el lateral de la red. El instinto que tiene el 9 aún le falta a Griezmann.

Suárez se guardó la última bala para decidir el Gamper. Sergi Roberto, en una gran actuación como interior –su nueva posición–, le envió un balón bombeado, y el uruguayo, con ganas de reivindica­rse después de perderse la final de la Copa del Villamarín, se suspendió en el aire para rematar de volea de tijera. Un gol que hizo las delicias de los trotamundo­s de la grada, que ya tenían su foto, su postal y su vídeo.

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JOAN MONFORT / AP
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 ?? JOAN MONFORT / AP ?? Juntos por primera vez Antoine Griezmann había jugado por el centro los tres partidos de pretempora­da hasta que coincidió con Luis Suárez y se tuvo que desplazar al extremo izquierdo
JOAN MONFORT / AP Juntos por primera vez Antoine Griezmann había jugado por el centro los tres partidos de pretempora­da hasta que coincidió con Luis Suárez y se tuvo que desplazar al extremo izquierdo

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