La estrella y el toro
La estrategia permite al inglés dar caza a Verstappen tras una persecución vibrante
La soberbia estrategia de Mercedes en Hungaroring brinda la octava victoria de la temporada a Lewis Hamilton tras culminar una persecución antológica sobre un Max Verstappen que aguantó 67 de las 70 vueltas al frente de la carrera al volante de su Red Bull.
James Vowles es un ingeniero británico de motorsport, de 40 años, que trabaja en la F-1 desde los tiempos de BAR-Honda, la escudería abuela de Mercedes. Ayer, Vowles vivió su día de gloria al tener su reconocimiento público subiendo al podio de Hungaroring a recoger el trofeo al equipo ganador. Su estrategia, soberbia, brindó la octava victoria de la temporada a Lewis Hamilton, que culminó una persecución antológica sobre un Max Verstappen que aguantó 67 de las 70 vueltas al frente de la carrera.
“Era una decisión muy buena, tenía que haber puesto mi fe en el equipo y no haber dudado”, se inclinaba Hamilton ante la maestría táctica del equipo de estrategas de Mercedes, formado por ocho ingenieros liderados por Vowles. Son cerebritos que a lo largo de las casi 2 horas de carrera calculan millones de posibilidades tácticas desde la sede de Mercedes, en Brackley.
En esta ocasión, a falta de 21 vueltas (de las 70), optaron por una decisión que parecía, por lo menos, arriesgada: hicieron que Hamilton, que llevaba toda la carrera persiguiendo a Verstappen en un trazado antipático para adelantar –el Mónaco del Este, le llaman–, cambiara sus gomas duras por las medias para el tramo final. Fue un paso atrás (ceder 20,8 segundos de la parada) para coger impulso.
La jugada le salió redonda, en buena medida porque la ejecutó un killer como Hamilton. Aunque Max no se lo puso fácil. Volando en cada vuelta, a base de mejores vueltas de carrera y récords de pista, Hamilton se echó encima del Red Bull a falta de 4 vueltas. Al final de recta, el lobo feroz inglés devoró a su caperucita holandesa en la esquina de la primera curva. Acabó ahí la aventura de Verstappen desde la pole. Jugada magistral de Mercedes.
“Cuando he visto que tenía que recortar 20s me he dicho: ‘Madre mía, esto a va a ser un desastre’, pero ha funcionado”, decía Hamilton, que se dispara en el liderato con 62 puntos de ventaja sobre Bottas y 69 sobre Verstappen, su única amenaza por el título. “Segundo, mejor vuelta de carrera y un fin de semana muy bueno; Lewis me ha empujado al límite, pero eso me gusta”, celebraba Max.
Muy meritorio fue el 5.º puesto de Carlos Sainz, el primero de los mortales, después de adelantar a Norris y Gasly en la salida, y completar una actuación muy sólida.