La historia que oculta la fotografía de un llanto
La pareja convertida en imagen icónica
Muy a su pesar, son la imagen icónica de los supervivientes, de las personas que vivirán el resto de sus días con el recuerdo de lo que ocurrió un 3 de agosto en el centro comercial de El Paso. Seguro que han visto la imagen. Este diario la publicó ayer. Una pareja joven. Él, con barba y gafas de sol. Ella, también con gafas, pero de visión graduada, llora desconsoladamente. Están a las puertas del supermercado donde se produjo la masacre. En otras instantáneas de esta misma serie, él la abraza y trata de darle consuelo. Es la imagen de hoy. El llanto está justificado: habían presenciado las muertes muy de cerca. Kendall y su esposa, Kianna Long, describieron a los periodistas las escenas de pánico que se produjeron tras los disparos. Inmediatamente, se pusieron a correr, como otras muchas personas, sin saber hacia dónde. Sólo querían alejarse de las detonaciones. La pareja se introdujo en un almacén y corrió hasta la parte trasera del local. No fueron los únicos. Allí había otras personas que habían tenido la misma idea. Todos se acurrucaron, tratando de hacerse invisibles, aunque cada dos por tres un sobresalto estaba a punto de hacerles estallar el corazón. Eran otros supervivientes que llegaban atolondrados y despavoridos. A algunos les flaqueaban las piernas y, en cuanto se creyeron a salvo, se desplomaron. En muchas películas que recrean este tipo de escenas siempre hay alguien que dice: “Todo saldrá bien”, pero allí nadie lo dijo.