¿Qué protección tiene mi cole?
Recomendaciones del Comitè de Bioètica de Catalunya sobre vacunas
El Comitè de Bioètica de Catalunya (CBC) defiende que las madres y los padres tengan derecho a conocer la seguridad de las escuelas frente a las enfermedades que pueden prevenirse con las vacunas sistemáticas.
El CBC emitió a principios de julio unas recomendaciones sobre la vacunación, a petición de expertos en salud pública. Entre ellas, considera que “la tasa anual de cobertura vacunal de las escuelas, con datos agregados y con garantía del anonimato de los individuos, debería ser pública y de fácil acceso para los ciudadanos”.
Defiende esta información a las familias, de la misma manera que los centros escolares informan acerca de las condiciones de higiene o la alimentación que reciben los niños en el centro. De esta forma, el comité ampara éticamente las medidas que la Generalitat adopte para que sea posible obtener esa información sobre la tasa de vacunación de cada centro escolar, así como el derecho de las familias a conocer ese dato como parte de la información de la calidad del colegio.
En sus recomendaciones también se hace hincapié en la responsabilidad de los profesionales sanitarios en torno a las vacunas. “Cualquier valoración incierta o no fundamentada de un o una profesional sobre la conveniencia de administrar las vacunas incluidas en el calendario vacunal se puede calificar de mala práctica”, se afirma.
Por eso se pide a los colegios profesionales, especialmente de médicos y de enfermería, que incorporen normas específicas que permitan corregir a los colegiados que no respeten ese deber. Y sostienen que estas entidades “tienen el deber y la legitimidad moral para calificar de mala práctica la falta de información
veraz sobre la vacunación o el hecho de desaconsejarla si no hay ningún motivo para hacerlo”.
“Nadie puede alegar ignorancia, cualquier profesional sabe que si bajan los niveles de protección, tenemos un problema grave, y la dejación en este caso es una mala práctica, un grave caso de insolidaridad, porque se pone en peligro a otros que no han participado de la decisión. Una frivolidad”, afirma el presidente del Col·legi de Metges de Barcelona, Jaume Padrós. En los colegios médicos, asegura, se vigilan estas prácticas.
El ejercicio de transparencia sobre los niveles de vacunación que se pide a las escuelas se extiende en las recomendaciones del CBC a los centros sanitarios de asistencia primaria, los hospitales o los sociosanitarios. “La tasa de vacunación y el grado de inmunidad del centro se deben incluir en los indicadores de calidad y de seguridad del paciente”. Y esa información debería ser accesible.
Las recomendaciones hacen hincapié en que el 20% de los casos de sarampión registrados corresponden a personal sanitario, especialmente expuesto y a la vez posibles grandes difusores de estas infecciones que pueden resultar gravísimas, sobre todo para personas inmunodeprimidas.
El Comité de Bioètica apela a las autoridades de salud, pero también y de forma especial a las de educación, para que divulguen de forma activa la importancia de cumplir el calendario vacunal.
En cuanto a la posibilidad de obligar a vacunar, el Comitè de Bioètica de Catalunya se mantiene en su preferencia por “la persuasión”, aunque considera perfectamente legítimo exigir la vacunación en una situación de peligro para poblaciones vulnerables.
Desaconsejar las vacunas debería ser considerado mala práctica en medicina y enfermería