Calvet reitera la petición de 327 pisos de la Sareb para familias desahuciadas
El Govern quiere que la Sareb, el banco malo, destine 327 pisos suyos que la Generalitat tiene localizados en Barcelona a alquiler social para 600 familias de la ciudad desahuciadas y realojadas en pensiones y albergues. Así lo plantearon la semana pasada los representantes de la Generalitat en el grupo de trabajo formado por el Ayuntamiento, el Gobierno central y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Y así lo ha reiterado en una entrevista el conseller de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet.
El Ejecutivo catalán querría obtener esos pisos a alquileres a mitad de precio, y entonces la Generalitat los alquilaría a las familias asumiendo el 60% del coste, “la proporción que nos corresponde en todo lo que hacemos de vivienda en Barcelona”, según Calvet.
El conseller ha lamentado la ausencia de los representantes del Estado en la última reunión: “Nos ha alertado mucho porque no sabemos si es por inconsciencia o mala fe, pero, en todo caso, debe responder por la que es su parte en la solución de esta mesa de emergencia”.
Calvet ha concretado que la Sareb, la sociedad que gestiona activos de cuatro entidades bancarias nacionalizadas, ya ha cedido algunas viviendas, pero tiene más. “Tiene activos que están ociosos y que podría poner a disposición de la Generalitat y el Ayuntamiento para que los gestionemos en la mesa de emergencia”, ha dicho. Según él, se debería acabar de decidir la manera de cubrir el coste y establecer de qué porcentaje se podrían hacer cargo las familias. “La diferencia entre el coste y lo que no puedan cubrir las familias la cubriríamos las administraciones”, ha precisado.
Calvet tiene intención de convocar una nueva reunión para que acudan los representantes del Estado y “respondan a la exigencia” de hallar una salida para las familias sin casa. “La sociedad pide que atendamos esta emergencia, sobre todo, que hallemos fórmulas para resolver estructuralmente los problemas que tenemos de vivienda”, ha señalado.
En Barcelona es donde hay más familias (o personas solas) a la espera de ser realojadas, 600. “Es una cifra que debemos atender, es inexcusable y debemos hacerlo de forma consensuada entre las administraciones”, ha apuntado el conseller. De hecho, considera que el Estado debe tomar la iniciativa, no sólo haciendo que la Sareb ceda los más de 300 pisos que tiene, también con una mayor dotación en los planes nacionales de vivienda. Estos planes, firmados hace un año, preveían destinar 200 millones de euros en cuatro años (50 anuales). “Necesitaríamos ir más allá, porque esta dotación está por debajo del peso poblacional o del PIB de Catalunya y de nuestras necesidades de vivienda respecto a otras autonomías que no las tienen ni tienen un mercado tan tensionado como el de Barcelona y su área metropolitana”, ha argumentado el conseller.
Añadió que el Govern volverá a presentar en septiembre el decreto de vivienda que debió retirar en abril por falta de apoyo parlamentario. “No nos hemos rendido y hemos trabajado con los grupos y otras administraciones para configurarlo mejor”, ha dicho Calvet. El texto, afirma, “nos dará más fuerza y capacidad para incidir en el aumento de la vivienda de alquiler asequible”. A más largo plazo, querría hacer una ley de vivienda más global.
El conseller convocará de nuevo la mesa de vivienda al no haber ido los representantes del Estado a la última cita