“Cuesta creer que quisiera disparar a su hermana”
El jefe de la Policía de Dayton (Ohio), Richard Biehl, aseguró este lunes que aún es prematuro establecer cualquier motivo para entender qué llevó a Connor Betts, de 24 años, a matar a nueve personas y herir a 27, de las que 14 sufrieron impactos de bala. Aunque de estos nueve, seis son afroamericanos, Biehl señaló que “el racismo no parece ser el móvil”. Tampoco descartó que a medida que avance la investigación pueda haber otra consideración. Una de las fallecidas es Megan, su hermana de 22 años. Biehl indicó que “no sabemos si quería matarla”. Insistió: “Parece desafiar la credibilidad que dispara a su propia hermana pero también es muy difícil de creer que no la reconociera”. Según la reconstrucción de los investigadores, Betts llegó esa noche al distrito Oregon, la zona de ambiente en la ciudad de Ohio, en el mismo coche que su hermana y su acompañante. Luego se separaron. Al acompañante se le dio por fallecido inicialmente pero en realidad quedó herido de bala. Está colaborando con las autoridades mientras se recupera en el hospital. El pistolero llevaba un rifle AR-15, con varios cargadores repletos. Según el retrato de la prensa local, Betts fue expulsado una vez del instituto porque había hecho una lista de las chicas que quería aniquilar. “Estaba obsesionado con matar”, dijo un antiguo compañero.