El PP insta a Sánchez a apartarse y dar paso a un candidato de consenso
El PSOE achaca la propuesta a que Casado no ha encajado el resultado electoral
El Rey instó el domingo a los partidos a buscar soluciones para que no haya que repetir elecciones, y apenas 12 horas después, el PP levantó la mano y dio no una, sino dos formulas, que desatascarían la situación. Las dos pasan por una única condición, que Pedro Sánchez se aparte y renuncie a ser presidente para dar paso a otro candidato a la investidura.
El número dos del PP, Teodoro García Egea, durante un acto en Santander, se encargó de proponer esas dos fórmulas. Una de ellas ha sido ya planteada en otras ocasiones en las últimas semanas, y el propio Casado ha reconocido que ni se contempla: se trataría de que, en vez de abstenerse el PP y Ciudadanos en una investidura de Sánchez, el candidato fuera el propio presidente del PP, que ya con Ciudadanos suma los mismos escaños que el PSOE, 123. A esos habría que añadir los dos de Navarra Suma, ya serían 125, más que el PSOE, y si se tienen en cuenta también los de Vox, llegarían a 149. Con la abstención de los 123 del PSOE, los demás partidos no podrían echar abajo esa candidatura.
Preguntado, la semana pasada, Casado, por esta posibilidad, la sopesó desde un punto de vista meramente teórico y admitió que es una opción imposible, ya que el PSOE, que ganó las elecciones, nunca se abstendrá en la elección de un candidato del PP que las perdió, con la mitad de escaños.
En realidad, esa petición es la forma que tiene el PP de justificar que no es su obligación abstenerse, en contra de lo que le dice y le pide el PSOE, porque, puestos a dar cosas por sentadas, Sánchez no tiene más apoyos que los que tendría Casado, pero eso tampoco le hace presidente, porque necesita que se abstengan los socialistas, y eso es impensable.
Ayer, García Egea fue más allá de lo que hasta ahora había propuesto y planteó otra posibilidad: que Sánchez no sea el candidato y que la situación se desbloquee “impulsando a otro candidato”, indicó, como alternativa a Casado, “con una alianza entre PP y Ciudadanos y la abstención del resto de partidos constitucionalistas”. Un candidato alternativo que podría ser del PSOE, o no, porque se trataría de buscar un candidato de consenso. Una propuesta que parece más que improbable, ya que si los partidos del arco parlamentario no han sido capaces, en los últimos años, de ponerse de acuerdo en un nombre para el puesto de Defensor del Pueblo o para dirigir RTVE, difícilmente se iban a poner de acuerdo en un nombre para la presidencia del Gobierno.
Lo que en realidad quiere resaltar el número dos del PP con estas propuestas es que el bloqueo tiene un solo responsable, Pedro Sánchez, que en su fallida sesión de investidura sólo consiguió añadir un voto, el del Partido Regionalista de Cantabria, a los 123 del PSOE.
“El dilema no es entre Sánchez y elecciones”, afirmó ayer el secretario general del PP. “El dilema es si hoy tenemos un candidato que suscite la confianza de todo el arco parlamentario”. Un candidato de consenso, subrayó, que no tiene por qué ser del PSOE. Si existiera ese candidato alternativo, los populares estarían dispuestos a abstenerse para facilitar la investidura.
De hecho, en el PP aseguran que para que se abstuvieran en la investidura de un candidato que no fuera del PP, este no podría ser del PSOE. Casado ha asegurado siempre que él no prevé pedir que Sánchez se haga a un lado, porque es secretario general y candidato a la presidencia gracias a los votos de los militantes socialistas, y sería tanto como dar por bueno que alguien cuestionara su figura, llegado el caso. Así pues, García Egea hizo ayer esas propuestas, una nueva y otra ya recurrente en las últimas semanas, pero en Génova son conscientes que ninguna de las dos son viables.
Y no lo cree sólo el Partido Popular. Desde Ciudadanos no se dio importancia al anuncio del secretario general de los populares, y aseguraron que ellos están convencidos de que Sánchez va a negociar el gobierno con Pablo Iglesias, que sigue siendo su socio preferente, y la única cuestión es “si se ponen de acuerdo o no en el reparto de ministerios”. Todo lo demás, a juicio del partido de Albert Rivera, “son ganas de distraer”.
El PSOE, el más afectado por la oferta del PP, la rechazó de plano, a la vez que invitó a los populares a “encajar el resultado electoral”, que es lo que, a su juicio, no han hecho y lo que explica su actitud. El secretario de organización de los socialistas y ministro de Fomentos en Funciones, José Luis Ábalos, aseguró ayer, al ser preguntado por las palabras de García Egea, no haber asumido los resultados lleva al PP a hacer “planteamientos de fantasía que ponen en peligro la gobernabilidad”. Para Ábalos, propuestas como las planteadas por el dirigente del PP “son una forma de eludir su responsabilidad”, cosa que, si no fuera tan grave como formar gobierno, “parecería un chiste”.
Los populares querrían investir a su líder con la abstención socialista o a alguien que no sea del PSOE avalado por todos