El uso del velo integral
Holanda acaba de prohibir, bajo multa de 150 euros, el uso de cualquier tipo de prenda que oculte la cara, y con ello el burka y el niqab que llevan algunas mujeres musulmanas. El burka oculta la totalidad del cuerpo (se supone) femenino y la cabeza, dejando una pequeña abertura de malla a la altura de los ojos, mientras que el niqab permite ver los ojos a través de una estrecha franja.
Con esta prohibición, Holanda se suma a otros países europeos –Francia, Bélgica, Dinamarca, algunos estados de Alemania, Austria, Bulgaria, Letonia– que prohíben este tipo de atuendos integrales, y no tanto por motivos religiosos como por razones de seguridad y orden público, pues ocultar la identidad de quien los lleva es algo incomprensible cuando existen graves amenazas de atentados terroristas y se extreman las medidas de seguridad.
Dicha prohibición sólo es parcial y limitada a áreas públicas como escuelas, hospitales, transporte público y edificios gubernamentales, quedando permitido su uso en el resto de los ámbitos. Resulta sorprendente la oposición de no pocos colectivos, e incluso autoridades, que se niegan a hacer cumplir la prohibición. Algo tan inquietante como la mera visión de ambas prendas por las calles occidentales ante la indiferencia de casi todos.
MIGUEL ÁNGEL LOMA PÉREZ Sevilla