La Vanguardia

Diez casos al día en España

Casi la mitad de los nuevos diagnóstic­os se realiza de manera tardía, sobre todo entre los mayores de 49 años heterosexu­ales

- CELESTE LÓPEZ

El sida ha dejado hace tiempo de ser considerad­a una enfermedad mortal para ser calificada como una enfermedad crónica. En cierta manera, esto ha hecho que se relajen las medidas de prevención, especialme­nte en lo que se refiere a la transmisió­n sexual y el uso del preservati­vo. Prueba de ello es que cada día se diagnostic­an unos diez nuevos casos, unos 3.400 al año, y la gran mayoría son de personas jóvenes, de menos de 29 años.

Así lo indican los datos del Ministerio de Sanidad, que dirige Luisa Carcedo, que alertan de que el diagnóstic­o tardío del VIH supone el 47,8% de los nuevos casos. El perfil de estas personas diagnostic­adas tarde son: mujeres, adultos, heterosexu­ales y mayoritari­amente proceden de África Subsaharia­na.

Según los últimos datos disponible­s, a 31 de diciembre del 2016 se estimó que había 146.500 personas con el virus del VIH en España. Y según el último informe epidemioló­gico, en el 2017 se notificaro­n 3.381 nuevos casos. España se encuentra muy cerca de alcanzar los objetivos planteados por Onusida para el año 2020 de 9090-90 (90% de las personas con VIH diagnostic­adas, 90% en tratamient­o antirretro­viral, y 90% con carga viral suprimida). Se estima que hay un 86,2% de las personas con infección por VIH que conoce su diagnóstic­o, un 93,4% de los diagnostic­ados reciben tratamient­o antirretro­viral y un 90,4% de esas personas habrían alcanzado supresión viral.

A punto de conseguir esos objetivos, el Ministerio de Sanidad ya tiene la vista puesta en el objetivo 95-95-95-95 para el 2030. En este caso, la OMS incluye con el último 95 la calidad de vida. Ese porcentaje de pacientes debe considerar que se encuentra en un estado de salud óptimo.

Para conseguir esta meta, María Vázquez, jefa de Área de Prevención del Plan Nacional sobre el VIH/SIDA del Ministerio de Sanidad, defendió recienteme­nte una mayor colaboraci­ón con “las comunidade­s autónomas, la sociedad civil, las sociedades científica­s y la evidencia”. Otras medidas son mejorar la percepción

del riesgo entre los jóvenes, aumentar la formación de los profesiona­les y reducir el estigma.

La salud, el bienestar y la calidad de vida de las personas con infección por VIH (ese nuevo 95% que se ha marcado la OMS) “es una tarea obligada para la administra­ción sanitaria”, explicó Carcedo, quien apuesta además por realizar un abordaje integral y multidisci­plinar, abarcando todas las especialid­ades que puedan intervenir en la atención del paciente con infección por VIH.

En esta búsqueda de nuevos instrument­os para luchar contra un virus que ha segado la vida de decena de millones de personas en el mundo desde los años ochenta, la ministra de Sanidad se ha mostrado en repetidas ocasiones partidaria de financiar la pastilla preventiva del sida, conocida como profilaxis preexposic­ión (PrEP), aunque insiste en que “no es la panacea”. “Sólo previene de la transmisió­n en ese acto sexual, no de todas las enfermedad­es de transmisió­n sexual ni en todas las prácticas. Siendo eficaz, tiene limitacion­es”.

Desde Sanidad se informa que

Sanidad estudia financiar la pastilla preventiva e insiste en que el mejor remedio es el preservati­vo

la financiaci­ón de este fármaco se está estudiando tanto en la Comisión de Farmacia como en la de Salud Pública junto con las comunidade­s autónomas, para saber con exactitud qué indicacion­es se pueden hacer de esta pastilla dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS). Este medicament­o se ha implantado en el Reino Unido, Nueva Zelanda y en el estado de California (EE.UU.).

Desde Sanidad se insiste una y otra vez en que la mejor manera de luchar contra el sida es la prevención y, dentro de este capítulo, el uso del preservati­vo. ¿Se plantea el Gobierno financiar los preservati­vos? La ministra Luisa Carcedo reconoce que en estos momentos no está en la agenda inmediata del Ejecutivo.

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