Cómo arrancar sin Messi
El argentino estará dos semanas de baja y es duda para empezar la Liga
Contrariado por el diseño de la pretemporada, partida en dos por las giras de Japón y EE.UU. con el Gamper como bisagra, Ernesto Valverde pensaba al menos que en esta recta final podría empezar a trabajar con todos sus efectivos, incluido Junior Firpo, el último fichaje. Pues no. Su mejor futbolista, Leo Messi, notó ayer un pinchazo en la parte baja de su pierna derecha en uno de sus contactos iniciales con el balón, justo en su primer entrenamiento después de las vacaciones. Sufre, según el comunicado del club, “una lesión de primer grado en el sóleo”, músculo que se encuentra entre el gemelo y el tendón de Aquiles, lo que le bajó del avión que debía llevar a su compañeros ayer a Estados Unidos. Messi se recuperará en Barcelona.
Según pudo saber La Vanguardia el alcance de la lesión obligará a Messi a estar de baja durante unas dos semanas, fecha que coincide con el estreno de la Liga del FC Barcelona en San Mamés. Está por ver aún si el partido se celebrará el viernes 16 o el sábado 17 de agosto (un juez resolverá esta semana el desaguisado del calendario), en cualquier caso el capitán llegará justo y difícilmente será titular. Primero porque no llevará ningún partido en las piernas desde su participación en la Copa América, que acabó el pasado 6 de julio, y segundo porque no habrá jugado un solo minuto con el nuevo Barça, incluidos una serie de compañeros destinados a modificar algunos parámetros tácticos.
El ejemplo más claro en ese sentido es Antoine Griezmann, delantero francés que ayer, en una escena preparada por los medios del club para disipar presuntas dudas de convivencia, se intercambiaba un poco de mate con el uruguayo Luis Suárez en el avión que les llevaba a Miami. Gran parte del éxito de la presente campaña pasará sin duda por la habilidad del entrenador a la hora de saber mezclar futbolísticamente a Griezmann, Suárez y Messi, por eso la lesión del argentino es un contratiempo.
Con Dembélé a la espera de conocer cuál será su papel, si secundario o principal, con Coutinho en un extraño limbo sin saber qué será de él, y con la posibilidad todavía real de un regreso de Neymar al club, es lógico pensar que Valverde hubiera preferido que Messi se subiera al avión para empezar a despejar la ecuación. Con el argentino sano, Griezmann, cuya posición ideal es la de segunda punta por detrás del delantero centro –demarcación inexistente en el Barça– puede ocupar el centro del ataque, zona de influencia de Suárez o el flanco izquierdo ejerciendo de falso extremo. Habrá que ver qué hace Valverde en los dos partidos de la gira americana, ambos contra el Nápoles (nocturnos a hora española, miércoles y sábado). Podría empezar a ensayar con Griezmann por la izquierda situando a Dembélé por la derecha, o podría situar al exatlético como falso extremo por la derecha, ubicación que le sienta bien pero que no ocupará nunca porque es el punto de partida de Messi.
En el club, mientras tanto, lamentaban la baja de Messi, siempre fundamental para abrir nuevos mercados en estos viajes veraniegos orientados a establecer conexiones comerciales, aunque al mismo tiempo aseguraban que la ausencia del argentino no repercutirá económicamente con un descenso de la tarifa estipulada al tratarse de una lesión documentada que no comporta penalización.
En realidad, el rompecabezas que Valverde debe resolver en la línea ofensiva, de pizarra pero también de egos, es poca cosa comparado con el jaleo del centro del campo. En ese departamento sobran elementos y es obvio que antes del 2 de septiembre, fecha límite antes del cierre del mercado, habrá noticias. La más previsible es la marcha de Rafinha, un futbolista versátil y extraordinario como complemento pero cuyo inconformismo le hace buscar una salida para sentirse titular. El caso de Coutinho está sobradamente explicado, el club escucha ofertas (millonarias) por el brasileño; mientras que Rakitic y Arturo Vidal, alertados durante los últimos días por frases de Valverde poco entusiastas, saben que parten con cierta desventaja esta temporada, rebasados por el ímpetu de futbolistas más jóvenes que, con la cobertura aérea de la cúpula directiva, Valverde deberá promocionar. Los De Jong, Arthur, Sergi Roberto o Aleñá, más Busquets, un veterano todavía con mucho mando, son quienes deberán tomar el relevo para imprimir más ritmo y velocidad tanto con el balón como sin él.
De entre los nuevos valores Riqui Puig, jugador que entusiasma a la grada, viajará a Estados Unidos con la plantilla pero seguirá teniendo ficha en el filial. Valverde entiende que urge una renovación, pero no hasta ese punto.
CAMBIO DE PLANES
Valverde quería aprovechar la gira americana para conectar a Griezmann con el capitán