Feísmo en la piel
La tendencia a lucir tatuajes alcanza hoy en día prácticamente todos los estratos de la sociedad, una democratización de esta antigua costumbre que, como explica Jordi Llavina, ha traído consigo la pérdida del componente subversivo que tenía años atrás el hacerse dibujos en la piel: “Los más de ellos son de una fealdad intachable: echen un vistazo a brazos, cuellos y piernas de la mayoría de los futbolistas”.