Trump aprieta tuercas a Maduro
La Casa Blanca bloquea los bienes venezolanos en EE.UU.
Washington ha elegido bien el momento para dar una vuelta de tuerca al régimen chavista, congelando todos los activos del Gobierno de Venezuela en EE.UU. Ante la inverosímil solución militar, la Casa Blanca ha optado por jugar la carta del bloqueo económico total, situando al país caribeño al mismo nivel que Cuba, Irán, Corea del Norte y Siria.
La medida llega en medio de las negociaciones de Barbados, con la mediación de Noruega, entre el Ejecutivo de Nicolás Maduro y la oposición que lidera el autoproclamando presidente Juan Guaidó, y horas antes del inicio de la Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela que ayer se celebró en Lima. Cuando Donald Trump firmó la noche del lunes el decreto de congelación de los bienes venezolanos, el presidente estadounidense ya sabía que los principales aliados del chavismo –China, Rusia y Turquía– no acudirían a Lima.
De esta manera, la Casa Blanca presiona en dos direcciones: por un lado, al propio Maduro para que acepte una salida pacífica a través de Oslo; y, por otro, a los estados que sostienen al chavismo para que sientan que pueden sufrir un gran daño económico si siguen apostando por el régimen bolivariano.
El decreto de Trump especifica que “quedan bloqueados y no se pueden transferir, pagar, exportar, retirar o negociar” todos los bienes e intereses del Gobierno venezolano en Estados Unidos. El principal activo de Venezuela en el país norteamericano es Citgo, filial de PDVSA, la petrolera estatal, aunque Washington ya ha reconocido al consejo de administración designado a espaldas del Gobierno por la Asamblea Nacional, el Parlamento de mayoría opositora presidido por Guaidó. No obstante, el bloqueo económico excluye el suministro de alimentos, medicinas y ropa siempre que sean “destinados a ser utilizados para aliviar el sufrimiento de la población”.
La cara visible de la Casa Blanca para amplificar la medida e incrementar la presión fue John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de Trump, que llevó la voz cantante en la cumbre de Lima y dejó claro que la congelación de bienes pretende asfixiar al chavismo para “negar a Maduro el acceso al sistema financiero global y para aislarlo aún más internacionalmente”, así como perseguir a quienes “menoscaben al democráticamente electo presidente interino Juan Guaidó”.
“Estamos enviando una señal a terceras partes que quieran hacer negocios con el régimen de Maduro”, dijo Bolton en referencia a empresas y países. “Procedan con extrema precaución, no hay necesidad de arriesgar sus intereses económicos con EE.UU. por intentar beneficiarse de un régimen corrupto y moribundo”, advirtió Bolton. El asesor estadounidense insistió en que “esta amplia orden ejecutiva autoriza al Gobierno de EE.UU a identificar, apuntar e imponer sanciones a cualquier individuo que continúe dando apoyo al régimen ilegítimo” de Maduro.
El consejero de la Casa Blanca no dudó en amenazar económicamente a Rusia y China. “Le decimos a Rusia y especialmente a aquellos que controlan sus finanzas: no suban las acciones en una mala apuesta; y a China, que ya está desesperada por recobrar sus pérdidas financieras, la ruta mas fácil para cobrar su deuda es apoyar el nuevo Gobierno legítimo”, afirmó Bolton.
El Gobierno venezolano condenó en un comunicado el “criminal bloqueo económico, financiero y comercial” y lo calificó de “terrorismo económico”. Después, mientras en Lima se desarrollaba la conferencia, el ministro de Exteriores, Jorge Arreaza, cargó contra Bolton y contra el secretario de Comercio de EE.UU., Wilbur Ross, también presente en la capital peruana, donde a última hora de ayer tenía previsto presentar un plan de auxilio económico a Venezuela una vez que Maduro sea derrocado y sustituido por Guaidó. “Ellos ya tienen su plan”, dijo Arreaza, insistiendo en que Washington pretende implantar “políticas neoliberales” en Venezuela. “Sabemos que todo esto es por el petróleo”, aseguró el ministro, que aprovechó para desacreditar la conferencia afirmando que, del centenar de estados invitados por el Grupo de Lima, sólo habían asistido representantes –la mayoría de rango secundario– de 44 gobiernos, menos que la cincuentena de países que reconocen a Guaidó como mandatario legítimo.
SEGÚN JOHN BOLTON EE.UU. puede ahora imponer sanciones a cualquier individuo que apoye al chavismo
JORGE ARREAZA
“Todo esto es por el petróleo”, denuncia el ministro venezolano de Exteriores