La clave sigue estando en el diálogo de Barbados
A pesar de que el asesor de Seguridad Nacional estadounidense, John Bolton, dijera en Lima que las negociaciones entre chavismo y oposición “no son serias”, con el bloqueo económico Washington está empujando al presidente venezolano, Nicolás Maduro, a mover ficha en la isla de Barbados, donde en los últimos meses ya se han desarrollado tres rondas de diálogo con la mediación de Noruega. La última ronda acabó el pasado viernes con la absoluta discreción que exige Oslo, cuyo Ministerio de Exteriores emitió un comunicado afirmando que ambas partes “mantienen su compromiso” para encontrar una “solución acordada y constitucional”. La prueba de que la clave para resolver la larga crisis venezolana puede llegar de Barbados es que ayer, tras conocer la medida de la Casa Blanca, el autoproclamado presidente Juan Guaidó aclaró que las negociaciones con el Gobierno no se interrumpen. “Estamos actuando en todos los terrenos de lucha para lograr la presión necesaria, para la solución a la crisis”, dijo Guaidó, confirmando que “continúa el mecanismo del reino de Noruega”. Por su parte, el ministro venezolano de Exteriores, Jorge Arreaza, denunció con contundencia el bloqueo estadounidense pero, a la vez, defendió la mesa de negociaciones instalada en la isla caribeña. “Vendrán importantes noticias y acuerdos de ese diálogo, siempre y cuando los centros del poder imperial dejen de bombardearlo”, afirmó Arreaza, que acusó a Estados Unidos de boicotear las conversaciones. En las negociaciones de Barbados, la oposición exige la dimisión de Maduro antes de la convocatoria de elecciones libres, algo que el chavismo rechaza.