El partido bisagra
Durante la mayor parte de la época democrática posfranquista los partidos tenían que pactar. En su enfrentamiento radical sólo encontraban un partido dispuesto, Convergència. Durante todos estos años he leído declaraciones de políticos socialistas y del Partido Popular indignados con lo que consideraban una humillación ante los “nacionalistas”. Cuando pactaban con unos se quejaban los otros y todos se quejaban del partido bisagra. Bien, ya han conseguido eliminar al partido que tanto mal hacia a España, pero ¿y ahora, qué? ¿Cada vez que haya elecciones sin mayoría absoluta tendremos los mismos problemas?
¿No se suponía que sin el chantaje catalán España iría mejor? ¿De verdad nadie en España añora a Convergència?
FERNANDO SERRA SOLA Suscriptor
Barcelona