Correr el maratón en tres horas con 70 años
Polémica científica por las proezas de un atleta septuagenario
Cómo puede un hombre de 70 años correr un maratón en menos de tres horas?, se preguntó William Farquhar, especialista en medicina del deporte de la Universidad de Delaware (EE.UU.), cuando vio que Gene Dykes había cruzado la meta con la asombrosa marca de 2:54:23 en la carrera de Jacksonville (Florida) el pasado 15 de diciembre. Nunca antes un septuagenario había corrido un maratón tan rápido, a un ritmo de 4:09 minutos por kilómetro.
“Había visto al señor Dykes alguna vez en carreras locales, así que me puse en contacto con él para ver si estaría interesado en que le hiciéramos pruebas en nuestro laboratorio. Estuvo de acuerdo inmediatamente”, explica Farquhar por correo electrónico a La Vanguardia.
Dykes, un programador informático jubilado que no corrió su primer maratón hasta los 58 años y que ahora participa en ultramaratones de hasta 200 millas (unos 320 kilómetros), espera ayudar a personas que se consideran ma
yores a mantenerse activas. “Siempre estoy animando a la gente mayor a salir y a correr, y a llegar más lejos”, explica, también por correo electrónico. Desde que batió el récord en Jacksonville, añade, ha corrido otros dos maratones, dos carreras de 50 millas (80 kilómetros), una de 125 kilómetros, tres de 100 millas y una de 200. Para él un maratón ya casi se ha convertido en una carrera de media distancia. ¿Cómo lo consigue?
Farquhar pidió a Dykes que corriera sobre una cinta con una máscara para medir su consumo de oxígeno y que se dejara extraer sangre para analizarla. Corrió a velocidades de entre 12 y 16 kilómetros por hora y alcanzó una frecuencia cardiaca de 156 pulsaciones por minuto con una ventilación máxima de 112 litros de aire por minuto (o casi dos litros por segundo).
El chequeo médico reveló “una salud cardiometabólica excepcional”, con niveles de glucosa y colesterol adecuados (86 y 173 miligramos por decilitro, respectivamente) y una tensión arterial óptima (122/75), señalan los autores del estudio en la revista The New England Journal of Medicine, donde han presentado el caso.
El rendimiento físico de resistencia depende de tres variables principales, informa Farquhar: la cantidad máxima de oxígeno que puede consumir un atleta, también llamada VO2 max (ya que,
El caso de Gene Dykes ha sido investigado en la Universidad de Delaware y en la Clínica Mayo de Rochester
cuanto más oxígeno, más rendimiento, hasta que se llega al punto en que el cuerpo ya no da más de sí); la eficiencia con que utiliza este oxígeno (es decir, la velocidad a la que puede correr para una cantidad determinada de oxígeno); y el umbral de lactato (es decir, la intensidad de ejercicio a partir de la que el lactato empieza a acumularse en los músculos, porque se produce más del que se elimina).
En el caso de Dykes, que mide 1,76 metros y pesaba 64 kilos en el momento del chequeo, el consumo máximo de oxígeno fue “excepcional para su edad, pero mucho más bajo de lo esperable para un atleta que corre un maratón en menos de tres horas”, escriben los autores del estudio, en el que también ha participado la Clinica Mayo de Rochester (Minnesota). Concretamente, Dykes registró un consumo máximo de 47 mililitros de oxígeno por kilo de peso por minuto, mientras que la media para los hombres de 70 años se sitúa en torno a 26, o poco más de la mitad.
La eficiencia en el uso de oxígeno fue “similar a los valores registrados en corredores más jóvenes”. Lo que más sorprendió a los investigadores es que Dykes no alcanzaba el umbral de lactato hasta llegar al 93% de su VO2 max, mientras que los corredores de maratón más jóvenes suelen correr a un ritmo que oscila entre el 75% y el 85% de su VO2 max. Los autores del estudio concluyen que “la capacidad de este at