Barcelona reclama crear una zona de bajas emisiones en el Mediterráneo
Diversas normativas permiten que las prácticas navieras sean menos contaminantes, tanto en las operaciones en el interior de los puertos como durante la navegación en el mar. Pero numerosas barreras se interponen en este objetivo.
En el interior de los puertos, los barcos deben sustituir el combustible –y pasar de usar gasoil a fuel– para contaminar menos. Pero sólo están obligados a hacer esta maniobra una vez ya están atracados. Por otro lado, el grueso de las decisiones sobrepasa las competencias del Estado y afecta a las normas del transporte marítimo internacional.
Una medida que tendrá efectos positivos es la entrada en vigor en el 2020 de una normativa de la Organización Marítima Internacional (OMI), de carácter general, que obligará a los barcos a utilizar un combustible con un contenido máximo de azufre del 0,5% (ahora, comúnmente se imponen un máximo de un 3,5%).
No obstante, diversos sectores (grupos ecologistas, Ayuntamiento de Barcelona y la Autoritat Portuària) reclaman más ambición y proponen la creación, en todo el Mediterráneo, de una zona de control de emisiones para el SO (SECA, por sus siglas en inglés), de manera que el combustible sea incluso más limpio: con menos de 0,1% de azufre, como ya ocurre en el mar del Norte y el mar Báltico. La creación de esta área de atmósfera limpia cuenta con el apoyo del Ministerio de Fomento, pero deberá ser asumida por todos los países ribereños y ser adoptada por la OMI (incluido Marruecos y Argelia).
El gran salto para frenar la polución del puerto se produciría si se creara también una zona de control de emisiones para reducir los NOX (zona NECA por sus siglas en inglés), como sucederá en el mar del Norte y el mar Báltico a partir del año 2021. De esta manera, los nuevos buques que naveguen en esta zona (a partir de la entrada en vigor de esta declaración) deberán dotarse de filtros reductores catalíticos de NOX, de modo que reducirían las emisiones de NOX un 80%. La creación de estas zonas de control de emisiones podría entrar en funcionamiento en el Mediterráneo en el 2025, según Mercè Conesa.
“Las áreas de control atmosférico en el norte de Europa han tenido un notable éxito. La creación en el Mediterráneo de estas zonas de control atmosférica mejoraría la calidad del aire no sólo en las rutas marítimas y las zonas costeras, sino también en las ciudades portuarias y de interior”, señala Carlos Bravo, consultor ambilental de Salvia.