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La preocupación en la UE por el lento crecimiento de la economía alemana, y la exitosa combinación de dos fármacos contra el cáncer, que permite avanzar en la interminable guerra contra este mal.
CIENTÍFICOS y periodistas sueñan con poder anunciar un día la curación del cáncer. Algo que probablemente no ocurrirá nunca en términos absolutos, puesto que se trata de una enfermedadcon múltiples frentes y que se puede manifestar de muy diversas maneras. Por eso, todo paso que suponga un avance importante para luchar contra el cáncer debe ser valorado en toda su dimensión, pues esta es una guerra que se gana batalla a batalla.
Ahora, tres ensayos clínicos –dos de ellos dirigidos por Antoni Ribas, oncólogo de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA)– han conseguido combinar con éxito los dos principales avances de los últimos años contra el cáncer, las terapias moleculares y los tratamientos de inmunoterapia. Como afirma el propio doctor Ribas, es “un avance conceptual” mediante una combinación de los fármacos que bloquean la acción del gen BRAF –cuya mutación aumenta la multiplicación de células cancerosas– y de los que bloquean el gen MEK. A esos dos fármacos se les añade un tercero de inmunoterapia que ayuda a que las células inmunitarias reconozcan y destruyan las cancerosas. Así las células tumorales son atacadas por flancos distintos, reduciendo su resistencia a la terapia.
Las pruebas se han realizado en enfermos con melanomas metastásicos, pero la misma combinación de fármacos
podría usarse en el futuro contra otros tipos de cáncer. Sin embargo, este cóctel farmacológico se reservaría para casos graves sin otro tratamiento, por los importantes efectos secundarios que produce. Ello nos recuerda que los oncólogos son los primeros en pedir siempre prudencia ante las nuevas terapias y fármacos descubiertos para tratar el cáncer. Avance científico no es sinónimo de avance terapéutico, y debe esperar años, a veces décadas, hasta que se pueda comprobar su efectividad y comparar si es mejor que los tratamientos ya conocidos.
Obviamente, para cualquier enfermo de cáncer toda novedad en este campo es esperanzadora, pero nunca hay que levantar expectativas que luego podrían verse frustradas. Y en este contexto, los medios de comunicación deben ser especialmente rigurosos en sus informaciones. Pero ello no impide congratularse de los avances científicos que se están produciendo, especialmente si los lideran oncólogos catalanes que apuestan por la investigación, pues, como se ha dicho de la ciencia, invertir en investigación oncológica es caro, pero no hacerlo aún lo es más.
No sabemos si algún día el cáncer podrá ser curable, pero sí sabemos que podemos llegar a cronificarlo para lograr una supervivencia con alta calidad de vida mientras se sigue avanzando en la búsqueda de nuevas opciones terapéuticas, como la que hoy reseñamos.