Torra insiste en Madrid en apostar por el choque con el Estado
El president confirma el no de Jxcat a Sánchez y ve un “retroceso” con Pedralbes
En su primera conferencia en Madrid, el president Quim Torra insistió ayer en que la sentencia será el punto de partida de una “confrontación democrática” con el Estado.
A las puertas de una sentencia del juicio del procés que sacudirá la política catalana, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, pronunció su primera conferencia en Madrid. Una cita con la que siguió el hilo abierto en su charla en Prada para defender su apuesta por la “confrontación democrática”. “Se trata del compromiso absoluto con la voluntad de los ciudadanos expresada en las urnas ante un Estado que no dialoga y actúa con represión”, argumentó el president en los desayunos informativos de Europa Press.
En este sentido, y sin detallar la respuesta institucional al futuro fallo del Supremo, Torra sí avanzó que lo primero que se producirá será “una respuesta popular de la ciudadanía” siempre en clave de “desobediencia pacífica”, –con una referencia incluida a Hong Kong– y que podrá incluir una “huelga de país”.
De hecho, Torra advirtió que como president liderará “una respuesta de país” que “debe reflejarse en las instituciones catalanas para la nueva y excepcional etapa que se abrirá”. “Un programa que vuelva a poner la independencia en el objetivo de su acción política”, añadió.
Mientras tanto, el Ejecutivo catalán, en sus palabras, sigue “atornillado” a la mesa de negociación con el Estado “esperando que el Gobierno diga cuánta democracia está dispuesto a asumir”. Torra echó la mirada atrás y valoró el paso adelante que se dio con los encuentros con Sánchez en la Moncloa y Pedralbles, reuniones con las que “los dos gobiernos se comprometían a resolver el conflicto en un marco de seguridad jurídica”. “Por primera vez no nos limitábamos al marco constitucional y abríamos el campo”, subrayó el president para lamentar que tras ello “el Gobierno español rompió la negociación”.
Tanto es así que, a juicio de Torra, el programa de 370 propuestas de Pedro Sánchez suponen un “retroceso” en relación a Pedralbes. No le gusta a Torra el documento y tampoco el trato “de desprecio” que Jxcat ha recibido en los últimos meses por parte del Gobierno, por
Representación testimonial: el Gobierno envió a dos altos cargos de tercera fila y ERC a dos diputados
lo que ratificó la negativa a la investidura de Sánchez.
Las visitas del president Torra a Madrid nunca han despertado gran expectación, pero la conferencia de ayer resultó especialmente solitaria en cuanto a representantes políticos y sociales ajenos a la Generalitat y su partido. Del Gobierno, por ejemplo, sólo acudieron la secretaria general de Coordinación Territorial, Miryam Álvarez, y el secretario general técnico del Ministerio del Interior, Juan Antonio Puigserver, que fue uno de los altos funcionarios que se ocupó de la aplicación del 155 en Catalunya. Altos cargos de la tercera línea con un perfil político nulo. ERC estuvo representada por su portavoz adjunta en el Congreso, Carolina Telechea, y por el diputado Joan Capdevila. Dos de catorce y ausencia del portavoz, Gabriel Rufián. Nadie del resto de grandes grupos y sólo Joan Iñarritu, de EH Bildu, entre los pequeños. De entre el nutrido empresariado que habitualmente suele asistir a este tipo de actos sólo resultaba reconocible el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre. Y, eso sí, un limitado grupo de embajadores que son asiduos a este tipo de citas.