El Papa pide que el acuerdo de paz en Mozambique sea duradero
El papa Francisco ya se encuentra en Mozambique. La primera parada del viaje a tres países africanos arrancó con el aval del Pontífice al reciente acuerdo de desarme en un país que todavía tiene las heridas abiertas de su larga guerra civil después de la independencia de Portugal en 1975. Francisco se trasladó por la mañana al palacio Ponta Vermelha, en Maputo, donde ante el presidente Filipe Nyusi y el líder de la Resistencia Nacional Mozambiqueña (Renamo), Ossufo Momade, a quien saludó al final del acto, reclamó que ahonden en la paz para que sea duradera.
“Hace aproximadamente un mes, firmasteis en Sierra de la Gorongosa el acuerdo para el cese definitivo de las hostilidades militares entre los hermanos mozambiqueños”, expresó el Pontífice, según recogen los comunicados de la oficina de prensa de la Santa Sede. “Un hito que agradecemos y esperamos decisivo, realizado por personas valientes en el camino de la paz que comenzó con el acuerdo general de 1992 en Roma”, afirmó, recordando que la guerra, con más de un millón de muertos y cuatro millones de desplazados, concluyó en 1992 con los acuerdos firmados en Roma con la mediación de la Iglesia.
En uno de los diez países más pobres del mundo, el Papa quiso subrayar que “sin igualdad de oportunidades, las diversas formas de agresión y de guerra encontrarán un caldo de cultivo que tarde o temprano provocará su explosión”. El miedo a que la violencia vuelva a aflorar en Mozambique antes de las elecciones, previstas para octubre, es mayor en las empobrecidas áreas rurales. El 70% de los habitantes de Mozambique vive bajo el umbral de la pobreza, por lo que el Pontífice exhortó a que “no cesen los esfuerzos hasta que deje de haber niños y adolescentes sin educación, familias sin techo, operarios sin trabajo, campesinos sin tierra”.
“Es definitivamente un buen día para la paz y la reconciliación”, celebró Myrta Kaulard, la coordinadora de la ONU en el país. Kaulard aseguró que la presencia de Francisco es un buen empujón, ya que la última vez que Mozambique estuvo en el punto de mira fue por los terribles ciclones de la pasada primavera. El Papa también tuvo palabras para las víctimas y pidió una especial atención para las familias de las zonas que no han podido ser reconstruidas. Hablando en portugués, el Pontífice lamentó no poder visitarlas, pero aseguró que comparte “su angustia, dolor y también el compromiso de la comunidad católica para enfrentar una situación tan dura”. La visita papal continuará hoy con una parada en un hospital pionero en la lucha contra el sida, y después llegará a Madagascar para la segunda parte de su viaje.