La vida parasitaria
Ray & Liz
Dirección: Richard Billingham Intérpretes: Justin Salinger, Ella Smith, Patrick Rome Producción: Gran Bretaña, 2018 108 minutos. Drama
Imposible concebir un cuadro más sórdido y deprimente de la existencia parasitaria que el que nos ofrece el fotógrafo británico Richard Billingham en su primer largometraje, inspirado en la propia vida de su padre, alcohólico irremediable, y su madre, fumadora compulsiva. Alternando tiempos diferentes, el filme empieza con las imágenes de Ray, el padre, en una habitación apestosa y minúscula, donde vive sin hacer otra cosa que beber y dormir. Su vida con Liz, de aspecto cetáceo, y sus dos hijos en el pasado (la era Thatcher) no es menos miserable. La escena del hermano de Ray, corto de luces, en que supuestamente ha de cuidar de su pequeño sobrino cuando los padres y el otro sobrino se ausentan, es salvaje: el alcohol de la despensa, el cuchillo, los vómitos… Salpimentada con un humor soterrado, Ray & Liz es cruel, patética, agresiva. Su estética, de pequeño formato, es sucia y realista, como corresponde a todo cuanto describe.
Sin embargo, hay una ternura inesperada sobrevolando el relato, que redime a los personajes, a la postre fruto del entorno suburbial y desatendido al que pertenecen, y que se manifiesta particularmente en la figura del niño de nueve años: la escena de la verbena y las tostadas con sus amigos y, más tarde, su expresión al recibir la noticia de que tendrá unos nuevos padres de acogida. Ray & Liz es una pariente próxima al filme de Alan Clarke Rita, Sue y también Bob, aquella película que, como percibió José Luis Guarner, inventaba un sonido inédito en cine: el de un condón usado cayendo al suelo /