La Vanguardia

Solo ante Rivera

Las dimisiones de Roldán, De la Torre y Nart debilitan al sector crítico de Ciudadanos frente a Rivera

- IÑAKI ELLAKURÍA

Luis Garicano, cabecilla del sector crítico de Ciudadanos, se ha quedado solo tras las dimisiones de sus aliados.

Apenas tres meses después de liderar la primera gran rebelión interna en Ciudadanos contra Albert Rivera, el eurodiputa­do Luis Garicano, el referente de esa sublevació­n, se ha quedado sin tropa ni lugartenie­ntes a su lado después de la dimisión de muchos de ellos. Una soledad y un cada vez más habitual silencio del eurodiputa­do sobre las decisiones estratégic­as de los liberales que retratan crudamente la victoria del líder del partido en ese pulso.

Rivera aguantó en silencio durante semanas las críticas, que encontraro­n un gran eco mediático, hasta asestar a los sublevados un golpe definitivo en el consejo general celebrado el 28 de julio, donde amplió la dirección del partido antes de las vacaciones de verano, dando entrada en la cúpula a personas de su confianza, como Marcos de Quinto, Edmundo Bal y Joan Mesquida, entre otros, diluyendo así el peso y la capacidad de maniobra de los críticos. Las decisiones de muchos dirigentes afines a la postura de Garicano –que aboga por adoptar una línea socioliber­al abierta a pactos con los socialista­s– tras ese choque interno también han fortalecid­o a Rivera. Las paulatinas dimisiones de muchas de las voces críticas que se alzaron a finales de junio y julio contra la estrategia de Rivera de cerrarse en banda a cualquier diálogo con Pedro Sánchez a la postre han desarmado al sector crítico.

La mayoría ha optado por desvincula­rse de Cs en vez de plantar batalla interna a la cúpula, al entender que Rivera lo “tiene todo atado y bien atado” y que no vale emplear más tiempo y esfuerzo. El último en dejar la formación liberal –en junio ya abandonó la ejecutiva– ha sido el eurodiputa­do Javier Nart, cuyo tirón mediático era una arma muy

útil para el sector crítico. Nart sí seguirá como independie­nte en el grupo liberal europeo con Garicano, pero sin ya ninguna influencia interna más allá que la pataleta en los medios de comunicaci­ón.

Esta crítica en la prensa y las redes sociales a las decisiones de Rivera es a la que se están dedicando con ahínco en las últimas semanas dos de los dimisionar­ios, los exdiputado­s Toni Roldán y Francisco

de la Torre, quienes que con Garicano formaron durante años el equipo económico de la formación naranja.

Otro de los actores principale­s de la rebelión que ha salido de escena es Francisco Igea. Flamante vicepresid­ente de Castilla y León, dio el primer paso en la rebelión interna cuando en febrero se presentó a las primarias al candidato de la comunidad en contra de los deseos de Rivera, que había elegido a la exdirigent­e del PP Silvia Clemente para asumir esta responsabi­lidad. Para sorpresa de muchos Igea se rebeló contra la decisión de la cúpula de Cs, se lanzó junto a Garicano a hacer

La mayoría de las voces disidentes ya no están en la ejecutiva y la sensación es que el líder ha ganado el pulso

campaña entre los militantes y ganó las primarias, pese a unas irregulari­dades en el recuento final que había dado la victoria a Clemente.

Igea, por el momento ha optado por tener un perfil bajo en el debate interno de la formación liberal y centrarse en sus responsabi­lidades institucio­nales en Castilla y León. Lo que no quita que desde el núcleo duro de Cs se siga sospechand­o de este médico especializ­ado en el aparato digestivo y exdirigent­e de UPYD. “Tiene una agenda propia y algún día reaparecer­á”, aseguran.

Otro de los apoyos de Garicano que ha quedado desactivad­o es Fernando Maura, exdirigent­e de UPYD que con la remodelaci­ón de la cúpula de Cs impulsada por Rivera quedó fuera de la dirección.

Con la reestructu­ración interna Rivera envió un mensaje a Garicano, ya que situó a su actual jefe de gabinete en Bruselas, Adrián Vázquez, como miembro en la ejecutiva permanente de la formación liberal. Vázquez pasó de esta forma a tener el mismo nivel que su jefe en el órgano de dirección, lo que es interpreta­do como un intento de neutraliza­r a un Garicano cada vez más solo y aislado.

 ?? DANI DUCH / ARCHIVO ?? El líder de Cs en Europa, Luis Garicano, en un reciente acto del partido; en segundo plano, Albert Rivera
DANI DUCH / ARCHIVO El líder de Cs en Europa, Luis Garicano, en un reciente acto del partido; en segundo plano, Albert Rivera

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