Sanidad prepara un decreto para mejorar las notificaciones
La crisis de la listeria ha puesto de manifiesto la bicefalia existente en Andalucía a la hora de atajar problemas de salud pública. Las ciudades de Sevilla, Málaga y Granada tienen la responsabilidad en sus provincias y la Junta, en el resto de Andalucía. Una situación que parece totalmente anómala y, sobre todo, ineficaz. Ahora el presidente andaluz, Moreno Bonilla, quiere volver a unificar competencias para que exista una única autoridad ante posibles casos venideros.
Tampoco parece que la coordinación entre las autoridades autonómicas y las estatales haya sido demasiado eficaz y transparente. La ministra de Sanidad en funciones, María Luisa Carcedo, arremetió contra el Gobierno andaluz por las “informaciones contradictorias” en la gestión de la crisis. “No puede haber temor en reconocer que se puede mejorar”, señaló Carcedo antes de anunciar que su departamento ya está trabajando en un nuevo decreto de vigilancia de la salud pública para incrementar la calidad de las notificaciones de enfermedades de declaración obligatoria (EDO), como la listeria. Carcedo promete que las nuevas medidas estarán listas antes de que finalice el año.
La Junta de Andalucía trabaja con un protocolo del año 2011 en el que “se considera alerta en Salud Pública un caso de listeriosis, por ser enfermedad de declaración obligatoria, así como es alerta un brote epidémico o agrupación inusual de casos de esta enfermedad”. El protocolo establece que “la sospecha de alerta se debe investigar y comunicar de manera urgente a los Servicios de Vigilancia Epidemiológica”. Ya en el mes de julio la Junta tuvo conocimiento de un aumento inusual de casos de listeriosis en Sevilla y otras provincias, pero no se activó ninguna alerta.