Mozart a toda prueba
Bastien und Bastienne
Autor: W.A. Mozart
Intérpretes: Élise Efremov, soprano; Jorge Juan Morata, tenor; Juan Carlos Esteve, bajo. Dídac Cano, actor y narrador
Director de escena: Adrian Schvarzstein
Lugar y fecha: Claustromonasterio de Sant Cugat (14/IX/2019)
Brillante iniciativa del Col·lectiu Música Antiga de Sant Cugat, con un espíritu que quiere acoger un festival de música antigua de calidad, de ópera, y también de música instrumental de pequeño formato, siguiendo modelos, como algunos festivales que se hacen en Centroeuropa.
En esta ocasión, acogido por el Ayuntamiento, se desarrolló en un ángulo del precioso claustro del monasterio, en una plácida noche septembrina, animado por una presencia de público entusiasta, con catorce niños sentados al frente, más o menos de la misma edad que tenía el compositor. Por iniciativa –parece– del Dr. Franz Anton Messmer, amigo del padre de Mozart, se hizo el estreno de esta obrita en el jardín de su casa (hoy se discute si eso fue así, pero todo parece indicar que sí, y “se non è vero...”).
El pequeño grupo, con instrumentos de época (precioso clavicémbalo en medio de la escena), funcionó con una admirable precisión y la función se desarrolló con una musicalidad a toda prueba, con los tres cantantes del reparto, y algunos “extras” sacados de entre el público, explicando el juvenil Singspiel, pero con explicaciones intercaladas en catalán por parte del actor Dídac Cano, animador que hizo maravillas con un juego de diábolos sobre una cuerda y animó todo el espectáculo. Curioso observar que los niños seguían perfectamente la función con risotadas, aunque se cantaba en alemán.
Magníficas prestaciones vocales de la soprano Élise Efremov, del tenor Jorge Juan Morata y del bajo Juan Carlos Esteve, los tres cantantes jóvenes que recientemente han actuado en Barcelona en concursos de canto (Esteve en el Falstaff de Sabadell), los tres muy graciosos en sus respectivos papeles, con vestuarios cambiantes e interpretaciones no solamente vocales sino también escénicas muy esmeradas. La iniciativa parece que se repetirá en algunos otros lugares (en Pamplona, el 5 de octubre), pero merecería ser más difundida porque funciona de manera excelente y profesionalmente impecable... y Mozart, incluso de niño, ya era una maravilla.