Física y química

De la mano de Scariolo, España siempre halló la forma de mostrar sus virtudes y de limitar las de su rival

RICKY RUBIO CONSAGRADO

10 “Va a ser mi Mundial”. Ricky Rubio estaba convencido. Así ha sido. Desde hace años ha contado con la confianza de Scariolo pero en esta ocasión ha dado un paso adelante. Ha ejercido de líder, de generador de juego y también de máximo anotador de España, con una media de 16,4 puntos. Elegido el mejor del torneo. Ha derrotado todos sus miedos.

RUDY FERNÁNDEZ INTENSO

8 Ha sabido aceptar un papel menos protagonista (7,8 puntos por partido) pero sus 15 triples sirvieron para desatascar el ataque español. Donde más ha sobresalido ha sido con su proverbial intensidad defensiva. El capitán del equipo ha transmitido ambición. Sus 10 rebotes en la final lo prueban. Él y Marc Gasol son los únicos españoles con dos títulos mundiales.

JUANCHO HERNANGÓMEZ POLIVALENTE 8 A sus 23 años, tiene presente, futuro y piernas. Es un jugador muy físico, capaz de anotar (10,5 puntos por partido), saltar, rebotear, machacar y tirar de tres. Ha mejorado con respecto a pasadas actuaciones con la selección. Muy difícil de detectar por su polivalencia. Sirve para un roto y para un descosido. Ha ganado en pausa. Tiene mucho margen para crecer.

VÍCTOR CLAVER SECANTE

8 Ha sido un jugador muy distinto al hombre sin espíritu que se hundía en las derrotas. Ha demostrado una dureza de carácter que no se le conocía. Es lo que le faltaba para brillar porque siempre ha tenido unas condiciones morfológicas ideales. Ha sido el secante preferido de Scariolo para frenar a los rivales más peligrosos. Sale del torneo muy revalorizado.

MARC GASOL CAPITAL

9 Ante la ausencia de su hermano las miradas se dirigieron hacia él. No le entró el pánico. No necesita anotar siempre (14,4 puntos por encuentro) para ser importante. Vital en los sistemas desde su ubicación en la cabeza de la zona, sus 33 puntos ante Australia quedarán para siempre. En junio ganó la NBA y ayer su segundo Mundial. Sólo Lamar Odom y él lo han hecho el mismo año.

SERGIO SCARIOLO GURÚ

10 La de ayer fue la séptima medalla de Scariolo como técnico de España, cuatro de ellas de oro. Ha sido clave en el título mundial. Reconociendo públicamente que su equipo tenía menos talento que en otras ocasiones convenció a su plantilla de la necesidad de convertir la defensa en la primera, en la segunda y en la tercera letra de su abecedario. Consiguió con sus tácticas que sus jugadores limitaran a las estrellas rivales e intervino decisivamente en varias ocasiones, como cuando cortó una racha de Australia al ordenar una zona. Ha vivido un año para enmarcar tras ganar también la NBA como ayudante en Toronto.

SERGIO LLULL MICROONDAS

8 El sexto hombre de la selección porque era el primero en salir desde el banquillo. Ha dejado varias canastas inverosímiles al límite que son su sello personal. Ha aprovechado los espacios generados por Rubio o Marc Gasol. Fundamental en la pista y también en el vestuario por su carácter ganador. Una garantía cuando los partidos requieren un golpe en la mesa.

PAU RIBAS VALIENTE

7 Otro hombre que se crece a las órdenes de Sergio Scariolo. Siempre que jugó actuó con determinación le entrarán o no los tiros. Cuando se vio solo lanzó. Contribuyó con puntitos, defensa y aquellos intangibles que suman. Jugador experimentado y capaz de adaptarse a un papel complementario. Tras una fase de lesiones le llegan los premios.

PIERRE ORIOLA SORPRESA

7 Se convirtió en el as en la manga del seleccionador para sorprender a sus adversarios. Salió en el quinteto inicial ante Serbia y contra Argentina, con la misión de aprovechar que casi nadie estaba pendiente de él. Cumplió bien con su misión. Jugador de equipo por excelencia, ha servido para mantener el tono mientras descansaban los primeros espada.

WILLY HERNANGÓMEZ ELÁSTICO

7 El relevo de Marc Gasol en la pintura ha alternado partidos con mucho acierto ofensivo, como ante Polonia (18 puntos) o en la final (11), con otros en los que no ha tenido la mano caliente. Jugador móvil y elástico todavía tiene sus mejores años por delante. Ha de aprender a ser un poco más duro bajo los aros pero está siguiendo un proceso que va in crescendo.