El ejército congoleño mata a un líder guerrillero hutu buscado por La Haya
Han pasado 25 años del genocidio de tutsis a manos de hutus en Ruanda, pero las secuelas militares –más allá de las humanas y políticas– no han desaparecido.
La República Democrática del Congo anunció ayer la muerte de Sylvestre Mudacumura, comandante de la guerrilla hutu Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), buscado por el Tribunal Penal Internacional de La Haya.
“Fue neutralizado por las fuerzas armadas del Congo junto con todos los elementos que lo acompañaban en la localidad de Bwito, en el territorio de Rutshuru”, afirmó el portavoz del ejército congoleño.
Subcomandante de la guardia presidencial cuando todo estalló en 1994, durante el genocidio Mudacumura lideró un batallón en el norte de Ruanda. Ha sido el líder de la FDLR desde que esta guerrilla fue fundada en el año 2000 por militares y milicianos hutus que escaparon por temor a la represalia tutsi. Con la voluntad de retomar el poder en Ruanda, se reagruparon en la selva congoleña para operar militarmente desde ahí.
Las fuerzas del FDLR –una de las bandas más activas de las 130 que actúan en el noreste congoleño– se han ido enfrentando durante años, con más o menos intensidad, con el ejército congoleño, con milicias rivales y con el ejército ruandés, creando constantes tensiones fronterizas, también con Uganda.
La muerte de Mudacumura es el último de los muchos golpes que la guerrilla ha sufrido desde hace unos años y que la ha ido debilitando, con la detención de muchos de sus líderes y con la presión armada que ha tenido tanto del ejército congoleño como de otras milicias.
El portavoz del ejército congoleño mostró ayer la confianza en que su desaparición anime a los miembros del FDLR a dejar las armas y regresar a Ruanda. Miles de miembros de esta guerrilla ya lo han hecho, pero otros no. Los esfuerzos internacionales para encontrar un tercer país que los acoja han fracasado.
El Tribunal Penal Internacional cursó la orden de búsqueda y detención de Mudacumura en el 2012 por ataques contra civiles, asesinatos, violaciones y torturas en el noreste de RD Congo.
Los fiscales acusan a Mudacumura –se calcula que tiene 65 años– de orquestar ataques contra civiles especialmente durante los años 2009 y 2010, cuando su guerrilla mantuvo fuertes combates con los ejércitos congoleño y ruandés.