El catalanismo de centro avanza hacia una alianza electoral
El catalanismo no nacionalista dio un primer paso ayer para concurrir en una lista conjunta a las próximas elecciones al Parlament, después de “haber constatado la polarización política” que vive Catalunya.
Una veintena de representantes de distintos partidos catalanistas de centro, como Lliures, Units, la Lliga y Convergents, así como de la sociedad civil y económica, se reunieron en el restaurante Principal de Barcelona para consensuar un manifiesto de mínimos para el “entendimiento catalanista”.
El gran ausente fue el exconseller en los gobiernos de Artur Mas y actual líder de Convergents, Germà Gordó, en una delicada situación después de que se haya conocido una grabación que le implica en presuntos pagos ilegales de empresarios para financiar a Convergència. En representación del partido de Gordó sí asistieron Teresa Pitarch y Remei Gómez, que no firmaron el manifiesto porque no acabó recogiendo algunas de sus reclamaciones netamente soberanistas.
Entre los firmantes destacan los dirigentes de la Lliga Astrid Barrio y Josep Ramon Bosch; los impulsores de Lliures Antoni Fernández Teixidó, Esther Nebrera y Roger Montañola; el dirigente de Units Carles Toda –que acudió a título personal–; los exdiputados del PP catalán Santi Fisas y Ricard Fernández Deu, y el ingeniero, exconseller convergente y fundador de la asociación E-cristians Josep Miró i Ardèvol, entre otros.
La iniciativa de este miércoles se desmarca de la reunión de los “nacionalistas moderados” del próximo fin de semana en Poblet y así lo plasman en el documento acordado, que consta de cinco puntos. Reclaman el reconocimiento de la “identidad nacional de Catalunya” y la defensa por parte de los poderes del Estado de “su singularidad”; el ejercicio pleno de “las facultades y competencias reconocidas en el Estatut”; una fiscalidad “propia que permita “una financiación justa y equitativa y que a la vez garantice la contribución leal y solidaria al progreso de España”; garantizar la “inversión en las infraestructuras necesarias para revertir la huida de empresas y atraer nuevas”, y promoción de la “creación de riqueza y la defensa de los autónomos”.