La propuesta de Cs
Cuando oí la propuesta de Albert Rivera, ofreciendo la abstención condicionada junto al PP en la investidura de Pedro Sánchez como “solución de Estado”, me entró la risa floja.
Primero, por disparatada. Segundo, por plantearla tarde, mal y de forma torticera, cuando ha estado negándose durante meses a entrevistarse con el presidente en funciones. Tercero, porque los tres condicionantes en realidad ya se cumplen, como ha recordado el propio Sánchez: el PSN no ha pactado con Bildu en Navarra, sino que se abstuvo; la aplicación del 155 en Catalunya es una herramienta prevista en la Constitución para situaciones de extrema gravedad, y por el momento no se dan esas circunstancias, y programáticamente el PSOE nunca ha planteado una subida de impuestos a la clase trabajadora ni a las familias, sino a las rentas más altas o a la banca. Y cuarto, el giro de 180 grados de Cs evidencia el nerviosismo en sus filas, pues debe manejar datos negativos de las encuestas. ¿Ya se ha olvidado Rivera de su “no al sanchismo”, “la banda de Sánchez” o “Sánchez es un peligro”?
En definitiva, las múltiples mutaciones de Rivera balancean su partido cual barca vikinga de feria, de manera que han ido cayendo por la borda una parte de sus tripulantes de peso, menoscabando el rumbo de la nave naranja.
J. M. FERNÁNDEZ-ARROYO Barcelona