Las conversaciones con Dilma Rousseff
En las conversaciones con Dilma Rousseff, Lula expresa dudas sobre la propuesta precisamente porque podría percibirse como una huida de la justicia. “En cualquier caso me juzga el Tribunal Supremo”, dice. Sin embargo, Moro no filtró estos mensajes tan aclaratorios. “Fue una verdadera manipulación política de Moro; se ocultaron esos mensajes”, afirma Rodrigo Tacla Durán, el exabogado de la empresa Odebrecht, en el centro de la red de corrupción, que no fue aceptado por el juez Moro como testigo de la defensa de Lula.
Ni tan siquiera se entregaron las grabaciones al Tribunal Supremo. El mismo Gilmar Mendes, que bloqueó la entrada de Lula en el gobierno a raíz de la conversación de Lula con Dilma, dejó entrever la semana pasada que, de contar con toda la información, no habría tomado esa decisión. Era “necesario tener toda la información (…) es muy extraño que solamente una parte fuera divulgada en ese momento”. Los mismos fiscales de Lava Jato reconocen en los mensajes publicados que la decisión de filtrar a los medios una conversación privada entre la presidenta y el expresidente de Brasil era arriesgada. Y proponen presentar una dimisión colectiva si el Supremo decide apartar a Moro de la investigación. Pero, con grandes manifestaciones en la calle, se sienten plenamente justificados. Según escribe en un mensaje la fiscal Laura Tessler, “la población está de nuestro lado”.