Rafa Peña, asesor de la antigua Casa Leopoldo
Cuando Romain Fornell y Óscar Manresa decidieron tomar las riendas del emblemático Casa Leopoldo (Sant Rafael, 24), su intención era mantener el espíritu de aquel local que consideraban historia viva de la ciudad. Ahora, transcurridos casi tres años, los socios han querido dar un giro al establecimiento del Raval en busca de una propuesta más desenfada y asequible. En unos días reabrirán con cambio de nombre y de intenciones: de Casa Leopoldo a Bar Leopoldo, bajo el asesoramiento gastronómico de su amigo y colega de profesión Rafa Peña, cuyo Bar de Vins del Gresca se ha convertido en una de las propuestas de platillos más exitosas de Barcelona.
¿Qué hace un chef asesorando a otros chefs? Para Romain Fornell se trata de dar un giro y apostar por un cocinero al que admiran y que están convencidos de que aportará una mirada diferente. “Nos dimos cuenta que aquella idea de rescatar la esencia de lo que un día fue Casa Leopoldo no es lo que la clientela quiere, y pensamos que nadie mejor que Rafa Peña para crear esa oferta informal de mucha calidad”. Al final, concluye Fornell, “cada reto es una aventura humana”.
Cuenta Rafa Peña que el Bar Leopoldo contará con un espacio más despejado junto a la barra de la entrada y dispondrá de platillos y tapas sin perder esas raíces
de la cocina catalana y barcelonesa que eran esenciales en la casa que gobernó durante tantos años Rosa Gil. Habrá albóndigas con sepia, capipota, rabo de buey al vino tinto, calamares a la romana, bacalao con samfaina o arroz del senyoret , pero también jamón, croquetas, o postres sencillos como el flan o una mousse de chocolate. Y ninguna de las sugerencias que se encuentran en la carta de los establecimientos propiedad de Peña. “Haremos una cocina sencilla y sabrosa” en un espacio que se reivindica como bar de tapas o platillos.