Lorenzo en su laberinto
En Aragón comenzó el ‘annus horribilis’ del balear, abonado a la desgracia
Fue un 23 de septiembre del 2018, en la carrera de Motorland, donde el gato negro se le cruzó a Jorge Lorenzo. Un felino en forma de Marc Márquez, a quien el balear culpó de una caída fea en el arranque de una carrera en la que aspiraba a su 4.ª victoria del curso. Era un Lorenzo en racha, con la confianza por las nubes, después de enlazar tres poles y de haberse aupado al tercer puesto del Mundial en su despedida de Ducati. En Alcañiz vio truncada su progresión y comenzar su annus horribilis. “Fue aquí y también en Tailandia, en la pretemporada con la rotura del escafoides y en Assen. Han sido cuatro lesiones duras que han marcado el devenir de los resultados”, admitía un Lorenzo al que le ha pasado de todo en 12 meses.
Aragón 2018. Se fractura el dedo gordo del pie derecho en el encontronazo con Márquez en la salida. El balear culpa al catalán de entrar pasado en la primera curva y obligarle a irse a la zona sucia: “Me ha arruinado la carrera, y posiblemente la próxima”. Al final, serían cuatro, aunque empezó los ensayos del GP de Tailandia.
Tailandia’18. Un problema mecánico del motor de la Ducati provocó que sufriera una dura caída que le causó una fisura en el radio de la muñeca izquierda (precisó operación). Salió por los aires a 150 km/h y aterrizó violentamente en el asfalto. Se perdió la carrera y las tres de la gira asiática.
València’18. Reaparece en Cheste en un fin de semana de lluvia, pero sin caerse. Fue 12.º en carrera, la última con Ducati.
Invierno 2018. En diciembre pasa por el quirófano para reparar un hueso desprendido en la planta del pie derecho. Días antes de presentarse con el Repsol Honda, el 20 de enero se rompe el escafoides de la muñeca izquierda haciendo dirt-track. Se pierde el primer test de Sepang. Reaparece en febrero en el de Qatar. Llega al primer GP sin estar recuperado ni adaptado a la moto.
Qatar’19. Estreno con Honda en el Mundial con caída en los libres. Se fractura una costilla. “Sin la caída habría pasado a la Q2 y habría terminado en segunda línea”, lamenta Jorge, 15.º en parrilla y 13.º en carrera. También tuvo problemas mecánicos con el embrague que le obligaron a “ir a medio gas para no quemarlo y poder acabar”.
Argentina’19. 12.º en parrilla y 12.º en carrera. El GP más kafkiano: en el cuarto ensayo libre se le salió la cadena de la moto; en la carrera, en la salida se quedó clavada la Honda porque apretó el limitador de velocidad del pit-lane; y luego se le salió el puño del manillar. “Parece que busco excusas, pero es increíble lo que me está pasando. Cuando estás mal tienes más problemas. Esperemos que en el futuro no vuelvan a suceder este tipo de cosas extrañas”.
Américas’19. En la clasificación (Q2) se le salió la cadena otra vez y quedó 11.º. En la carrera, una avería electrónica le hizo abandonar a media prueba cuando era 10.º.
España’19. 11.º de parrilla y 12.º en carrera. Un GP decepcionante, donde esperaba resurgir en su pista talismán. En la clasificación se cayó y acabó la carrera a 18 segundos del ganador, su compañero. “Estoy preocupado, pero sé que el resultado llegará. Quedan todas las carreras de este año y todas las del que viene”. Para colmo se cae dos veces en los tests del lunes. Francia’19. 8.º en qualy, 11.º en carrera. Primeros rumores sobre la posibilidad de que Honda le baje de la moto si no logra resultados. Él lo niega: “No ha habido ultimátum. Necesitaré más tiempo porque no tengo una conexión natural con la moto”.
Italia’19. 17.º en parrilla, 13.º en carrera. Tras tocar fondo en otro de sus circuitos fetiche, viaja a Japón en busca de soluciones ergonómicas. “El 50% de mis problemas viene de la posición en la moto. Debemos hacer una moto más fácil para poder pilotar sin cansarme tanto”, propone.
Catalunya’19. 10.º en clasificación, caída en carrera. Estrena la solución traída de Japón: una modificación de la posición con unos retoques ergonómicos en el carenado y el depósito. Se le ve esperanzado, aspira “al top 10 por primera vez este año, y si todo va bien, el top 5”. Pero la carrera fue catastrófica: salió pasado de vueltas y se llevó por delante en un strike a Rossi, Dovizioso y Viñales. En los tests se volvió a caer.
Holanda’19. En el primer ensayo sufrió una severa caída que se saldó con la fractura de la 6.ª y 8.ª vértebras dorsales. Dos meses de baja y cuatro carreras perdidas.
Gran Bretaña’19. 21.º en clasificación, 14.º en carrera. Su regreso llega envuelto en la polémica que él mismo había creado al flirtear con Ducati Pramac para buscar una salida de Honda. Asediado por la prensa, zanja el caso reafirmando su compromiso con Repsol Honda, aunque sin desmentir que quiso irse. Su peor GP, entre la cautela por no caerse y la falta de confianza.
San Marino’19. 18.º en qualy, 14.º en carrera. Antes del Gran Premio, Alberto Puig cuestiona la motivación de Jorge: “Lo que hace falta aclarar es cómo está, si se siente motivado y puede volver a recuperar la forma”. Lorenzo niega falta de motivación y atribuye a las lesiones “el 70% de la culpa de esta situación”, y el 30% restante a su “falta de confianza” con la Honda.
Aragón’19. Vuelve al lugar del crimen sin atisbar la salida del túnel. “En cuanto a resultados está la cosa oscura, pero intentaremos alumbrar un poco más. ¿Recuperar el nivel? Es algo largo. Nunca he estado en plenas condiciones. Es la lesión más lenta que he tenido, mejora muy poco a poco”, explicaba el 99 a La Vanguardia. Su reto hasta final de curso es recuperar su nivel. “En este GP sólo espero reducir las diferencias con los que van a hacer podio”. Sus dos primeros entrenos libres, ayer, fueron grises: último en el FP1, a 4,1s de Márquez; y 20.º en el FP2, a 1,7s de Viñales.
LA EXPLICACIÓN DEL MALLORQUÍN “Las lesiones no han ayudado, pero el cambio de la Honda (motor y chasis) me ha perjudicado”