Cayetana.
Lleva en sus palabras el virus de la discordia, dentro y fuera del PP. Es temible porque no tiene complejos. Quizá le toque sufrir la enfermedad española que Ortega llamaba “aristofobia”, odio a los que van de selectos.
Lleva en sus palabras el virus de la discordia, dentro y fuera del PP. Es temible porque no tiene complejos. Quizá le toque sufrir la enfermedad española que Ortega llamaba “aristofobia”, odio a los que van de selectos.