Los temas del día
El sondeo de GAD3 para La Vanguardia que apunta un ligero avance de PSOE y PP en las próximas elecciones a costa de Ciudadanos y la movilización global contra la crisis climática, asuntos analizados.
EL mismo paisaje de ahora pero con un PSOE crecido y un PP que recuperaría holgadamente su posición de marca principal de la derecha. Las dos grandes formaciones del bipartidismo español habrían conseguido frenar a sus competidores en las próximas elecciones generales del 10 de noviembre: retroceso agudo de Cs (cuyo líder se hunde en la valoración del público, incluidos sus propios votantes) y estancamiento de Unidas Podemos y de Vox. Este es el escenario que dibuja el sondeo de GAD3 para La Vanguardia que publicamos hoy en las páginas de Política. Aunque los votantes tienden a repetir lo que hicieron en los comicios del 28 de abril, los matices que se registran pueden tener trascendencia.
Mientras el PSOE sumaría casi tres puntos y 11 escaños a su resultado del 28-A (y pasaría de 123 a 134), el PP subiría casi cuatro puntos y podría lograr cerca de 20 diputados más (de 66 a 85). El partido de Albert Rivera perdería casi tres puntos, un total de 16 diputados menos, pasando de 57 a 41; la formación naranja pagaría muy cara su estrategia de abandono del centro y competencia por la hegemonía del bloque derechista. Por otro lado, Vox retrocedería siete décimas y cinco escaños. En la izquierda, Unidas Podemos aguantaría la repetición electoral y caería menos de un punto, lo que podría traducirse en la pérdida de cinco diputados de los 42 obtenidos en abril. Entre los partidos de ámbito autonómico, el PNV repetiría sus seis escaños y ERC podría perder dos de los 15 con que cuenta hoy. No obstante, el tablero catalán es mucho más volátil, si cabe, que el del conjunto español: el impacto de la sentencia del juicio de los líderes independentistas en el Tribunal Supremo puede motivar a los electores de ERC y de Jxcat que ahora muestran una cierta desmovilización en comparación con el mes de abril, algo que beneficiaría a los socialistas y apuntalaría a los comunes en sus resultados anteriores.
¿Conseguirían unas nuevas generales desbloquear la situación? Sí y no. A la vista de este sondeo, Unidas Podemos seguiría siendo el “socio preferente” de Sánchez para constituir gobierno, un total de 171 escaños (seis más que ahora y con más peso del PSOE) a los que debería añadirse los seis del PNV para afianzar la mayoría absoluta, con una importante novedad: los socialistas ya no necesitarían el respaldo de los independentistas de ERC; esta sigue siendo la combinación con más partidarios según el sondeo. La otra opción sobre la mesa, un ejecutivo PSOECS, se quedaría a un escaño de la mayoría absoluta, mientras un gobierno de las tres derechas no contaría con suficientes diputados.
Faltan todavía cuarenta días para que acudamos de nuevo a las urnas. Todo está muy abierto, especialmente las expectativas sobre un aumento de la abstención como forma de protesta por la actitud de todos los líderes políticos, que son acusados de irresponsabilidad; entre estos, es Sánchez quien se lleva la palma, hasta un 43% de ciudadanos le señalan como el culpable principal de la repetición electoral, a lo que hay que añadir que para un 66% de los consultados (y la mitad del electorado socialista) el Gobierno saliente merece un suspenso. La ventaja del PSOE aparece en las preferencias sobre el próximo presidente: Sánchez pierde tres puntos desde abril, pero cuenta con más de un 32% de apoyo frente al 13% de Pablo Casado.
El enfado colectivo hacia la clase política aparece en todas las encuestas y se palpa en la calle. Este elemento proyecta muchos interrogantes sobre los resultados del 10 de noviembre.