Kosmos explica el proceso de creación de la nueva Copa Davis, formato que se estrena el 18 de noviembre .
Es viernes por la tarde y en la tele se disputa el España-australia, semifinal de los Mundiales de baloncesto. Las oficinas de Kosmos Tennis bullen. Quedan dos meses largos para que arranque la nueva Copa Davis, a mediados de noviembre, en Madrid.
Hay actividad en los despachos de Kosmos y por eso casi nadie está siguiendo el partido de baloncesto.
Javier Alonso, director general de la firma, recibe una llamada:
–¿En serio...? ¿No lo estáis viendo? –le preguntan.
Quien le está llamando es Gerard Piqué, el fundador de Kosmos. Y sí: Piqué es inspirador.
La oficina busca el mando a distancia. Todos a sus televisores.
–Su pasión por el deporte es contagiosa. Gerard (así llaman a Piqué en Kosmos, cuyos pasillos frecuenta: el futbolista está en las oficinas en el día de esta charla) hizo que todos nos pusiéramos a ver las dos prórrogas. Nos situó en órbita. (...)
Es enero del 2016 e Iván Modia conversa con Gerard Piqué.
Ambos se conocen del mundo del fútbol. Modia, hoy director de operaciones de Kosmos, había sido periodista deportivo y también agente de futbolistas. Su carrera profesional había entrado en un punto muerto. Llevaba años comprando y vendiendo a futbolistas de clase media, como Pulisic, Wanyama o Nsue.
–El de agente es un oficio duro. Necesitas mover a catorce o quince futbolistas. Mucho trabajo y poco premio. Iván Modia estaba saturado –nos cuenta Javier Alonso, en cuyo despacho nos atiende.
Volvemos a la conversación entre Modia y Piqué. Modia tiene un encargo. Su amigo José Antonio Pereiro, entonces presidente de la Federación Gallega de Tenis, aspira a presidir la Española. Pretende lanzar su candidatura ofreciendo un ATP 250 en España. Para ello, necesita financiación privada.
Gallego le pide a Modia que hable con Piqué. Piqué piensa a lo grande, y por eso le responde a Modia:
–¿Qué quieres? ¿Un torneo más en España o salir en la wikipedia?
Para entonces, la Davis ya está desfasada. Hace tiempo que es así. Albert Costa, director de la nueva Davis, nos lo ha contado en más de una ocasión:
–Cuando yo mismo jugaba, en los años noventa y en la década pasada, ya nos decíamos que aquello no terminaba de funcionar. No podíamos seguir con partidos a cinco sets. Y había demasiadas bajas en los equipos... –decía Costa.
En el circuito abundaban las dudas y las hipótesis. Pero había que bajar aquella teoría a la tierra.
–Gerard siempre había pensado que la Davis debía tomar el formato de un Mundial de Fútbol –dice Javier Alonso–. Todos los equipos dede bían estar concentrados en una fecha determinada y en un mismo lugar (en este caso, 18 países jugarán en Madrid, del 18 al 24 de noviembre). Y sabe de qué habla. Es un consumidor de deporte brutal. Sabe de tenis, de baloncesto, de cualquier disciplina. Y sobre todo, sabe escuchar. No es una de esas estrellas que no se dejan aconsejar. Gerard escucha y aprende.
Modia y Piqué se ponen en marcha. Hablan con la Federación Internacional de Tenis (ITF) y con el circuito ATP.
–Hablan con tenistas, federaciones, organismos, posibles sedes... –dice Alonso.
entrada, la ATP tiene dudas. Considera que el calendario está bien como está. Se resiste a mover las cosas. La ITF parece más receptiva. David Haggerty acaba de asumir la presidencia y busca ideas.
Las conversaciones se prolongan por seis o siete meses. El proyecto va mutando. Kosmos cobra forma. Alonso entra en el equipo directivo.
–Al principio –dice Alonso– se pensaba en una fase final en dos semanas. Luego se desembocó en las calificatorias actuales, las que han dado el pase a los 18 países para la fase final, que durará una semana. –¿Y no hubo reticencias? –Por supuesto. Algunas federaciones son riquísimas, como Estados Unidos, Inglaterra o Francia. Pero otras necesitan ayuda financiera. Serbia o Croacia tienen problemas para generar una línea de ingresos. Necesitan el dinero de la Davis para invertir en sus tenistas más jóvenes, la base de la pirámide.
–Con el apoyo de estas salió el proyecto –se le comenta.
–Gerard es un verdadero abridor de puertas.
–¿En qué sentido?
–Le pondré un ejemplo. Si hay que hablar con Turquía, llama a Arda Turan, cuya opinión es sagrada allí. Turan habla con su federación y Turquía da el OK.
–De ahí lo de la Davis de Piqué... –Su presencia tiene ventajas y problemas. Te abre puertas, pero lo magnifica todo. No está bien que hablen de la Davis de Piqué. Detrás, a tiempo completo, hay otros treinta trabajadores...
No todas las puertas se abrieron. Federer no compró la idea (al final, Suiza no se ganó el pase a la fase de Madrid). Y Djokovic no dio el visto bueno hasta este agosto. El proceso tuvo baches.
–Hubiera sido ideal que todos dijeran que sí. De hecho, es una pena que un tenista se niegue a defender los colores del país que le ha hecho crecer. Si la Davis hubiera desaparecido, las federaciones hubieran dejado de ingresar 30 o 40 millones de euros, un dinero con el que sobreviven. Hasta la votación de Orlando, el 16 de agosto del 2018, no respiramos.
La nueva Davis superó el referéndum con el 72% de los votos. Ahora, la actividad es frenética en Kosmos.
LA CONVERSACIÓN
“¿Qué quieres? ¿Un torneo pequeño en España o salir en la wikipedia del tenis?”, le dijo Piqué a Modia
LAS NEGOCIACIONES “Federaciones como Croacia o Serbia necesitan el dinero de la Davis; se ganó el voto con el 72%”, dice Alonso