El nacionalismo moderado diseña un plan posibilista
Exdirigentes del PDECAT y sociedad civil se citan en Poblet
El nacionalismo catalán moderado contrario a la vía unilateral hacia la independencia empieza a organizarse. Cerca de 200 personas entre exaltos cargos del PDECAT y del PSC, exalcaldes, algún exconseller como Jordi Ciuraneta y miembros del tejido social y económico catalán se reunieron ayer a puerta cerrada y en medio de un clima de secretismo en el monasterio de Poblet para articular una estrategia de salida a la encrucijada catalana.
Entre los participantes en la reunión de Poblet, impulsada por la plataforma cívica El País de Demà, se encontraban Joan Aregio, expresidente de la Diputación de Tarragona; Ramon García Bragado, exteniente de alcalde de Urbanismo con el PSC en Barcelona; Josep Jordana, expresidente del PDECAT del Baix Llobregat, los exdiputados de CIU Jordi Xuclà y Mercè Pigem, la profesora de la Universitat Autònoma de Barcelona Carme Casablanca, el sociólogo Oriol Homs, del filósofo José Maria Lozano o el jurista y letrado del Parlament de Catalunya Antoni Bayona. Ni el exdiputado en el congreso del PDECAT Carles Campuzano ni Marta Pascal se dejaron ver en el encuentro. Sus impulsores destacaron el carácter “transversal y plural” de la plataforma, donde tienen poca relevancia los nombres propios de políticos, insistieron. “El futuro de Catalunya sólo lo pueden decidir los catalanes democráticamente”, destacó Antoni Garrell, uno de los ideólogos y por-tavoz.
Un catalanismo moderado que exige superar el procés porque, aseguran, la vía que ha dibujado hacia la independencia es impracticable. Proponen también restablecer unas relaciones fluidas con el Gobierno del Estado. La propuesta quiere atraer distintas sensibilidades, incluidos los independentistas que defienden el derecho de autodeterminación de Catalunya, pero sin romper de forma unilateral con España. “Es un movimiento de la sociedad civil absolutamente transversal unidos por la voluntad de que Catalunya tenga un futuro de verdad. No tenemos Estado propio, estamos obligados a sumar”, dijo Garrell.
“Espero encontrar gente seria; siempre he puesto por delante el bien común del propio, y cuando ves lo que está pasando, pues bueno”, dijo Ciuraneta. Una nota común entre los militantes del PDECAT que asistieron a la reunión: el descontento y desconcierto ante la dirección del partido. “Las decisiones se toman en Waterloo”, espetó un militante de base. Se definieron cuatro ejes de trabajo (catalanidad, progreso económico y social, sostenibilidad y europeísmo) para elaborar su hoja de ruta.