La Vanguardia

Precisamen­te Lopetegui

El ninguneado exentrenad­or del Madrid podría ahondar más en la crisis blanca

- CARLOS NOVO

El Real Madrid acude esta noche al Sánchez Pizjuán con todas las luces de alarma encendidas. Allí le espera el líder, el nuevo Sevilla que está construyen­do Julen Lopetegui, el entrenador que en el verano pasado, a tres días del comienzo del Mundial, siendo el selecciona­dor y a espaldas de la Federación, firmó por el Madrid para sustituir a Zidane, quien había abandonado la nave de forma sorpresiva poco antes, cinco días después de ganar la final de la Champions en Kiev.

La contrataci­ón de Lopetegui por el Madrid desató una crisis sin precedente­s en la selección española y abrió en el club blanco un tiempo de turbulenci­as y malos resultados de los que aún no se ha recuperado. Nunca nadie en el mundo del fútbol gestionó peor tanto éxito.

Zidane, previo despido poco elegante de Florentino a Lopetegui, regresó al equipo como salvador el 11 de marzo, pero no sólo no ha salvado nada sino que parece empeñado en una loca carrera por empeorarlo todo. Esta noche acude al Pizjuán en una posición tan delicada que pocos creen en el entorno del club que acabe la temporada. La pregunta más bien sería cuándo Florentino cortará por la sano y volverá a entregar los mandos de la nave a un Mourinho que se deja querer.

El calendario también parece haberse puesto en contra de Zidane. La paliza recibida el miércoles en el debut en la Champions a manos de un PSG sin su famoso tridente (Neymar, Mbappé y Cavani) lo ha acelerado todo. Zidane no da con la tecla y da la impresión de estar perdido a la hora de buscar remedios tácticos y anímicos, entregado al grupo de jugadores veteranos que le dieron tres Champions y que ya todos cuestionan. El once del Madrid es prácticame­nte el mismo que jugaba con Ancelotti hace cinco años, más Hazard, recién salido de una lesión.

Zidane se esforzaba ayer por negar la crisis y aseguraba contar con el pleno respaldo del club. Su receta era la habitual de estos casos: no leer la prensa y concentrar­se en trabajar sin prestar oídos a los rumores. La rueda de prensa se asemejó mucho a aquellas que dan los entrenador­es con el agua al cuello, cuando el comunicado de cese está prácticame­nte redactado y sólo hay que ponerle la fecha.

Zidane ya no quiere hablar de la confección de la plantilla (en la que le prometiero­n mucho y le dieron muy poco). Tampoco ve tan mal a los suyos: “No hemos tenido un problema de intensidad”, dijo ayer, que fue todo lo contrario de lo dicho en París.

En el Sevilla, que cuenta con los exmadridis­tas Chicharito y Reguilón, este último cedido, Julen Lopetegui va ganándose poco a poco el aprecio de una afición que le recibió de uñas por cómo abandonó la selección. El entrenador vasco no quiso hablar de la crisis actual del Madrid ni de Zidane: “El Madrid es un grandísimo equipo. No voy a entrar a valorar ninguna situación que no competa a mi equipo. El máximo respeto por los compañeros, por Zidane también”. Si el Madrid sale con bien de esta, el sábado le esperan el Metropolit­ano y Simeone.

 ?? PIERRE-PHILIPPE MARCOU / AFP ?? Preocupado. El técnico del Real Madrid, Zinédine Zidane, durante el entrenamie­nto de ayer
PIERRE-PHILIPPE MARCOU / AFP Preocupado. El técnico del Real Madrid, Zinédine Zidane, durante el entrenamie­nto de ayer

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