El despegue de Jordán
El centrocampista ampurdanés brilla en el Sevilla, donde se ha apropiado de las jugadas a balón parado
Llegó como uno más en plena vorágine de fichajes made in Monchi, pero se ha convertido en apenas media docena de partidos en la joya de la corona. El gerundense Joan Jordán (Regencós, 1994) es el factor diferencial de un Sevilla que hoy recibe al Real Madrid, al que se enfrenta para defender su recuperada condición de líder de Primera División.
El jugador ampurdanés, formado en las categorías inferiores del Espanyol –que hace dos años lo traspasó al Eibar por 1 millón– es la nueva e inesperada estrella del equipo de Lopetegui y amenaza con restar protagonismo a dos referentes hasta ahora casi insustituibles como Éver Banega y Franco el Mudo Vázquez, el hombre que a veces entra en el terreno de juego como si acabara de llevar a cabo una mudanza. A Banega ya le ha arrebatado su condición de primera opción en el lanzamiento de faltas o saques de esquina; al segundo le puede cerrar definitivamente la puerta del equipo. Los dos argentinos podrían verse empujados a salir del Sevilla a final de temporada.
De su calidad como futbolista ya se tenía noticia hace tiempo, pero fue en su paso por el Eibar de José Luis Mendilibar cuando Jordán adquirió una virtud de la que carecía: la competitividad. En un equipo como el guipuzcoano tienes que tener una ración de fuerza y energía extra que en otros equipos no es tan necesaria. Jordán se aplicó a ello y Monchi no lo dudó un instante: pagó con gusto 14 millones de euros.
Sus prestaciones han sido tan positivas que el Observatorio CIES del fútbol internacional lo colocaba a principios de semana como el segundo futbolista más en forma del continente, únicamente superado por Robert Lewandosvki, el delantero polaco del Bayern de Munich. En una clasificación en que se miden apartados como la fiabilidad, las recuperaciones, la distribución, la capacidad para generar ocasiones, los regates y el acierto goleador, Jordán estaba empatado con De Bruyne y por delante de gente como Agüero, Mané, Lanzini, Pavard, Van Dijk o Toni Kroos, al que se enfrenta este fin de semana.
Jordán asegura que está viviendo un sueño, pero es consciente de que “la temporada acaba de empezar y dura mucho más de lo que ahora podamos pensar”. Señala que ya se conoce la letra del himno de El Arrebato. Aunque por la acumulación de viajes –el Sevilla ha jugado tres veces fuera de casa y su primer desplazamiento en la Europa League ha sido a Azerbaiyán– todavía no ha podido conocer a fondo una ciudad en cuyos alrededores, muy cerca de la ciudad deportiva sevillista, ya se ha asentado con su mujer y su hija.
Hace unos días, Mendilibar, su anterior técnico, señalaba en una entrevista que “destacaría de él su fuerza e intensidad para dar pasos importantes. Ya posee esa agresividad, en el buen sentido de la palabra, necesaria para jugar en el centro del campo y dominarlo. Viéndole entrenar te das cuenta de las ganas que tiene de ser un futbolista importante”.
Uno de los históricos del Sevilla, el francés Julien Escudé, ha escrito en los medios del club que Jordán “representa esa identidad que quiere recuperar el nuevo Sevilla, el toque, el juego fácil, el control de la pelota. Tiene un perfil muy bueno para nuestro equipo”.
LA PROGRESIÓN
El Eibar, que pagó al Espanyol 1 millón hace dos años, lo ha traspasado al Sevilla por 14