UN DÍA SIN COCHES EN VIA LAIETANA
Peatonalizar la calle atrae público, pero su reforma no será tan radical, los vecinos no lo quieren
Via Laietana, la arteria barcelonesa en la que el actual Consistorio municipal quiere realizar durante este mandato una radical transformación para restringir el paso de los automóviles, fue ayer el espacio estrella del día Sin Coches en la capital barcelonesa. Un gran número de personas acudieron ayer a disfrutar de las áreas de descanso y las zonas destinadas al ocio.
La Via Laietana estuvo prácticamente todo ayer sin coches, motos ni buses. Con ruedas sólo se veían algunas bicis y patinetes (pocos de adultos). La calzada peatonalizada se llenó de espacios de información y talleres de energía limpia, de reciclaje, de vegetación, juegos para niños y adultos, hamacas y música en vivo. Por segundo año, las fiestas de la Mercè y el día Sin Coches cerraron la vía al tráfico entre las plazas Urquinaona y Antonio López. El éxito de público fue indiscutible, casi con atasco de barceloneses y turistas al mediodía en el tramo central, el más cercano a la plaza Sant Jaume.
“Esta es la Via Laietana que nos gusta en el gobierno municipal y por eso trabajamos para que sea una zona de transformación urbana”, dijo la teniente de alcalde de Ecologia, Urbanisme i Mobilitat, Janet Sanz. Muchos paseantes abogaban por que la calle sea peatonal. Como Laura, vecina de Santa Caterina, que vigilaba a su pequeñín jugando en un arenal: “Nunca venimos a pasear aquí, me encantaría que se recuperara la calle para la gente”.
Pero lo de ayer, la calle que respira, visión de una ciudad menos contaminada, tiene pinta de ser más espejismo que realidad futura. Se proyecta reformar la Via Laietana sí, pero la restricción de tráfico no será tan radical. Sanz aseguró que la reforma planteada en el anterior mandato se mantiene; quiere que “este mandato sea el de Via Laietana, como el de la unión de los tranvías de Diagonal”. La concejal admitió que falta acabar de consensuar el proyecto y presupuestarlo, pero que lo considera parte de las medidas que han de complementar en la ciudad la zona de bajas emisiones que se aplicará en enero, la restricción de tráfico para mitigar la crisis climática. Añadió que si se retrasara la reforma de la Via Laietana, no se descartan acciones puntuales de reducción de la circulación como las aplicadas en otras calles o en las superilles, pues no se quiere que este eje de Ciutat Vella priorice el tráfico.
Los vecinos y comerciantes de la calle aprueban que se renueve, que se ensanchen las aceras (incluso más de lo que plantea el Ayuntamiento) y reduzca el tráfico, pero se oponen a una Via Laietana sin coches. Defienden que es un eje mar montaña básico, indicó David González, presidente de la asociación de vecinos y comerciantes. Ellos proponen un carril bus y uno de tráfico por sentido de circulación; el Ayuntamiento prevé carril bus de subida y de bajada pero un carril de tráfico sólo de bajada para dejar espacio para un carril bici.
La peatonalización de ayer no se consensuó con los vecinos, según González (una farmacia, por ejemplo, no pudo recibir suministros al cortarse el tráfico). El líder vecinal dijo que no son partidarios de medidas tipo superilla; recordó que se ha estimado que la Via Laietana ya soporta manifestaciones hasta 150 días al año.
PROYECTO EN PIE
La concejal Sanz afirma que la calle se reformará durante este mandato