Días negros para la oliva
Las exportaciones a Estados Unidos se reducen a la mitad por los aranceles de Trump y Egipto pasa a encabezar el ranking de productores
Tiempos difíciles para la aceituna de mesa española. La entrada en vigor en agosto del 2018 de los aranceles impuestos por Donald Trump a la aceituna negra española ha provocado que entre enero y julio la exportación a Estados Unidos haya caído a la mitad de lo que se vendió en el mismo periodo del año 2017, el último año sin los aranceles. Además, España ha dejado de ser el primer productor mundial de aceituna de mesa, que ahora lidera Egipto.
Los datos aportados por la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa (Asemesa) no son nada halagüeños. Se daba por descontado la caída de la exportación de aceituna negra, aunque los datos son incluso peores de lo esperado. La exportación hasta julio se cifró en 8.325 toneladas, todavía en primer lugar, pero pisando los talones están competidores como Marruecos, que ha visto incrementadas sus exportaciones a Estados Unidos en un 460%, Egipto (+149%) o Portugal (+189%). La exportación española ha pasado de representar el 76% de las ventas de aceituna negra a únicamente el 38%.
Si la exportación ha caído a la mitad, el valor de las ventas de mercado ha descendido un 47%. A esta merma, Asemesa une el coste de la defensa jurídica que han asumido las empresas para defender sus intereses en el país norteamericano, que alcanza ya los cinco millones de euros, a los que habrá que sumar al menos dos millones y medio más para continuar con el litigio comercial.
Trump gravó la entrada de aceituna negra española en su país en agosto del año pasado con una tasa del 14,75% por considerar que se beneficiaba de ayudas directas a los productores que alteraban el mercado y del 20% por estimar que el sector bajaba los precios por debajo de lo razonable.
Para compensar esta pérdida, el sector busca profundizar y abrir nuevos mercados como India, los países árabes o Rusia, donde la industria española ya comenzó a hacer campañas de promoción antes de que se iniciara la crisis de los aranceles.
En lo que se refiere a la aceituna de mesa, las previsiones de los expertos apuntan a que la campaña 2019-2020 será la más corta del último decenio, con apenas 487.000 toneladas. La sequía y la vecería del olivar apuntan a que las variedades tradicionales, como la manzanilla y la gordal, caerán un 50%, especialmente en la provincia de Sevilla. Egipto, el primer país del mundo en consumo de aceitunas, será capaz de poner en el mercado medio millón de toneladas.
Lo preocupante es que las autoridades egipcias han presentado un plan de futuro para su aceituna de mesa que contempla plantar unos 100 millones de olivos nuevos, lo que pone en serias dificultades a España si quiere recuperar su primacía mundial. España tiene 2.600.000 hectáreas de olivar de las que el 5,7% se dedica a la producción de aceitunas de mesa, concentrada en Andalucía con el 83,5% y Extremadura, con el 13,7%. El sector genera 8.000 empleos directos y más de seis millones de jornales por el cultivo y recolección del olivar.
El sector intenta abrir nuevos mercados a India, países árabes o Rusia para compensar las pérdidas