La Vanguardia

Los cinco errores

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1 MÁS PEDAGOGÍA.

Muchos jóvenes han encontrado la salida en el emprendimi­ento y en el fenómeno surgido alrededor del ecosistema de las ‘start-ups’. Sin embargo, según Alastruey, “aún falta vender el proyecto de ‘start-up’ entre los jóvenes, se debe hacer mucha pedagogía, a pesar de que cada vez hay más universida­des con incubadora­s, y en Barcelona, Madrid, Valencia y otras ciudades hay acelerador­as de prestigio. Según los últimos estudios, más de un 80% de las ‘start-ups’ fracasan, pero no es motivo para no intentar emprender en el sector.

2 HINCHAR EL EQUIPO.

Muchas ‘start-ups’ hinchan el equipo cuando reciben una ronda de inversión. Una ‘start-up’ es una empresa normalment­e tecnológic­a, escalable y que tiene un crecimient­o muy rápido. Hay que tener una estrategia a corto, medio y largo plazo para el proyecto y, también, para el equipo. Saber en qué momento fichar, qué tipo de perfil es necesario para el futuro inmediato de la empresa y cómo podremos reciclar a ese profesiona­l en un futuro más lejano, a medida que la ‘start-up’ crezca y cambien los roles.

3 JERARQUÍA.

“Si está en una fase inicial no hay estructura, pero debemos tener muy en cuenta que una ‘start-up’ no es un grupo de amigos”, recuerda Alastruey. Y en este sentido debe quedar claro qué cargo ocupa cada uno, dónde están los límites y quién toma las decisiones. En una ‘start-up’ muchas veces no hay despachos y, por la forma de trabajar, se crea un vínculo muy fuerte entre los miembros del equipo que comparten la misma ilusión que los socios fundadores. Por este motivo es importante que todo el mundo sepa cuál es su función.

4 SALIR A LA CALLE.

“El marketing digital es importante, pero creo que a veces falta acción comercial, tienes que salir ‘a vender’ y el ‘networking’ es fundamenta­l”, explica la experta. El mundo on line por supuesto amplifica el radio de actuación, pero vivimos en el mundo on line y off line y las empresas no deben perderlo de vista. Los emprendedo­res deben salir a la calle a explica su proyecto a clientes, proveedore­s, inversores... Fundamenta­r toda la estrategia de marketing en el mundo digital es un error que acaba saliendo caro porque el retorno es lento.

5 PACTO DE SOCIOS.

Cuando dos emprendedo­res fundan una ‘start-up’ se pueden repartir las acciones al 50% y si son cuatro al 25%, pero esto, que parece tan lógico, a la larga es un error que conduce al caos a menos que todos los fundadores estén siempre de acuerdo en todo. Cuando se hace una ronda de inversión también es importante pactar qué tipo de inversores queremos en la empresa y hasta qué porcentaje de acciones estamos dispuestos a ceder. Un inversor que no se alíe con nuestra filosofía no es un buen aliado.

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